Se confirman los malos augurios. Las aguas del río Sena no están aptas para el baño por sus elevados niveles de contaminación. Así reflejan los últimos análisis elaborados el pasado día 16 de junio, a menos de un mes y medio para la celebración de los Juegos Olímpicos, corroborados este mismo viernes a través del Comité Organizador del evento. No obstante, estos últimos se mostraron optimistas con celebrar las pruebas de natación por el río francés.
La confianza es plena en el cambio y su preparación de cara a la cita olímpica. "Actualmente, la calidad del agua del Sena no está a la altura. Pero los análisis de las aguas del Sena no corresponden a los estándares que tendremos durante estos meses", aseguró el delegado del Gobierno Marc Guillaume en una rueda de prensa.
En presencia del presidente del Comité Organizador, Tony Estanguet, Guillaume expresó su fe ciega en que los niveles de contaminación a finales de julio o principios de agosto, cuando están previstas las pruebas en el Sena, sean inferiores. "Tenemos confianza, junto con el Comité de Organización, sobre la posibilidad de mantener esas pruebas a finales de julio o principios de agosto", indicó el prefecto.
El triatlón y las aguas abiertas van al Sena
De esta manera, París 2024 espera que el río Sena sea finalmente -tal y como estaba programado desde el principio- el escenario de la prueba de natación del triatlón, programada para el 30 de julio en la categoría masculina, el 31 de julio para su homóloga femenina y el para 5 de agosto en el caso del relevo mixto. También espera celebrar el maratón de aguas abiertas durante el 8 y el 9 de agosto.
Guillaume explicó al respecto que las "excepcionales" lluvias de los últimos días han hecho que no se pueda tratar toda el agua caída antes de ir al río, por lo que el Sena no está listo para el baño. No obstante, expresó su confianza en las obras para "que sí lo estén en verano", destacando que llevan cuatro años trabajando en ello y que no tienen ninguna duda en que el resultado final será excepcional.
Además, el delegado del Gobierno francés detalló que se siguen inaugurando centrales de depuración de agua y captación de residuos, al mismo tiempo que también indicó que todos los barcos del Sena están ya conectados a la red de alcantarillado de la ciudad, de tal manera que ya no vierten sus aguas residuales al río. No es para menos. Las autoridades francesas han invertido hasta 1.400 millones de euros desde 2017 -año en el que el COI proclamó a París como ciudad anfitriona de los Juegos- en un ambicioso plan para lograr el baño en las aguas del Sena, algo vetado durante un siglo.
"El plan llega a buen puerto, aunque todavía quedan obras y algunas cosas por terminar", acercó Guillaume a la prensa. El galo pidió así que se juzguen los resultados del dispositivo una vez terminen las reformas y se pueda apreciar su efecto. Pero es casi impensable que los más allegados a los Juegos no muestren preocupación por la calidad del agua del Sena. Se trata de uno de los principales asuntos de inquietud tanto para los medios, como para los deportistas o la propia organización de los Juegos; todo a ello a poco más de un mes de la ceremonia de inauguración, programada para el 26 de julio.
Por su parte, los organizadores han ido anulando los diferentes test previstos en las aguas del río, mientras que la alcaldesa de la ciudad, Anne Hidalgo, también ha presentado retrasos en su promesa de bañarse en el Sena antes de los Juegos como muestra de su confianza en la limpieza de las aguas. Hidalgo tenía previsto darse un chapuzón este próximo domingo, pero aseguró que lo retrasará por las inminentes elecciones legislativas -del 30 de junio al 7 de junio-.
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