Deseado por los grandes clubes de Europa, Radamel Falcao abandonó el Atlético para fichar por el Mónaco, un equipo menor en una Liga, la francesa, que aún está lejos de los mejores campeonatos del continente. ¿Por qué?, se preguntaron muchos. Y sólo hallaron una respuesta lógica: por dinero.
El Mónaco pagó 45 millones de euros por el goleador colombiano, al que convenció con un sueldo anual de otros 14 millones.
Económicamente el futbolista ha salido ganando y, por lo que parece, algunas empresas del Principado también. Por ejemplo, el fabricante automovilístico Mclaren.
Falcao es una celebridad en el pequeño país monegasco, así que la división de vehículos de calle de la famosa y clásica marca de Fórmula 1 decidió tentar al jugador ofreciéndole probar el espectacular McLaren MP4-12C.
Y, claro, el colombiano cayó en la tentación. Así que ya se le ha visto acudir a los entrenamientos exhibiendo un deportivo color azul cuyas prestaciones encandilan: motor V8 trasero de 3.8 litros, sobrealimentado por dos turbocompresores que le otorgan una potencia de 591 CV y una velocidad máxima de 330 km/h.
Tiene muchas similitudes con un Fórmula 1: fondo plano, difusor aerodinámico trasero, tubos de escape en la parte alta de la zona trasera para optimizar el difusor y un alerón móvil que sube o baja en función de la velocidad.
Y su precio también es como un Fórmula 1, inalcanzable para la inmensa mayoría de los mortales: 232.000 euros.
El dueño del Mónaco es un magnate ruso, Dmitry Rybolovlev, con una fortuna calculada en 9.500 millones de euros y el empeño de codearse con los mejores clubes de Europa. De momento, Falcao, uno de sus grandes fichajes, está contento con su nuevo juguete motorizado. Luego habrá que ver si marca goles como solía hacerlo.
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