Había miedo y muchos devotos del tenis no querían desaprovechar la oportunidad con motivo del "por si acaso". Rafael Nadal y delante el joven estadounidense Darwin Blanch. Uno con 37 años y una carrera llega de logros a sus espaldas y otro debutando por primera vez en un torneo de categoría a sus 16 años. La mayor diferencia de edad entre dos jugadores en un encuentro de Masters 1000. Todo esto en una Manolo Santana repleta de gente de todas las edades donde no faltaron banderas de España ni los célebres gritos de "¡Vamos Rafa!".
Las declaraciones previas del tenista balear pusieron los pelos de punta a todos los aficionados: "Jugar por última vez en Madrid significa mucho y quiero disfrutar de esta pista en la que he vivido momentos muy bonitos", advirtió Nadal antes de volver al estadio central del Mutua Madrid Open. Enfrente un jugador sin experiencia y con muchas horas de entrenamiento bajo las órdenes del mismo que instruye a Carlos Alcaraz, Juan Carlos Ferrero. Esa conexión hacía de este partido un cara a cara algo más especial para los espectadores.
Disfrutaron, no obstante, y mucho. Porque una de las cosas que más unen a los españoles son los triunfos de Nadal. El español se impuso cómodamente en dos sets (6-1, 6-0) ante un desubicado Blanch en su regreso al Mutua Madrid Open. El estadounidense ya afrontaba la cita de forma incrédula. "Gente, juego contra Nadal. ¿Qué?", escribía en sus redes sociales. Después, sobre la pista, no llegó a encontrar nada que hiciera daño a un formidable Nadal. Demasiados errores no forzados y mucha inseguridad al alargar los puntos. Blanch, que no tuvo oportunidad de exhibirse bajo suma presión y no consiguió alargar el partido más allá de la hora, haciéndose solo con un juego.
Nadal se comió al cachorro de Ferrero
Mucho respeto, mucha admiración y mucha tensión se comprobó en el tenis de Blanch. No es para menos. Cuando Darwin nació, el 28 de septiembre de 2007, Nadal ya era el número dos del mundo y había ganado tres ediciones de Roland Garros, llegando a otras dos finales en Wimbledon y contando con nueve Masters 1000 en sus vitrinas. Pero Nadal no entiende de remordimientos y no tardó en imponer su ley sobre la Manolo Santana. No estaba listo para un partido largo y por ello salió con todo. Saques consolidados y fuertes cerraban en blanco los dos primeros servicios de Nadal a los que se sumaba una fácil rotura en el primer juego del americano. Un arranque arrollador.
El primer y único juego de Blanch llegaría con su servicio, pero apurando de todos modos y presentando incomodidad en su raqueta. Nadal terminó cerrando el primer set poco más allá de la media hora de juego. Un 6-1 que seguramente hubiera firmado con antelación. Con el segundo pasó lo mismo, pero sin intervenciones ni intentos de dar la vuelta a la tortilla por parte del estadounidense. Blanch no pudo con la presión y Nadal cerró con 6-0 un partido que dará pie a su revancha ante Álex de Miñaur en la segunda ronda.
El australiano fue su verdugo la semana pasada en el Conde de Godó y Nadal confía en, al menos, ofrecer una imagen mucho más positiva que la que se llevaron los aficionados de Barcelona a casa. "Estoy con ilusión de hacerlo lo mejor posible y espero ser competitivo ante de Miñaur", decía Nadal a pie de pista. "Para mi siempre ha sido un placer jugar ante todos vosotros. El apoyo que he recibido aquí desde la primera vez es difícil de comparar con otro sitio así que sólo puedo dar las gracias. Nos vemos en el siguiente partido", cerraba.
El "quinto" Grand Slam del tenis
El 'quinto grande'. Así definen y defienden Feliciano López y José Luis Almeida el prestigioso torneo de Madrid. "Cuando nos preguntan si podemos crecer, pues es complicado porque lo siguiente sería un Grand Slam y no es posible. Pero sí que dentro de la categoría de los Masters 1.000 creemos que podemos ser considerados el quinto grande". En su particular lucha por esa distinción, el Mutua Madrid Open reúne cada año a los 100 mejores tenistas -incluyendo la previa- en dos semanas de "puro espectáculo".
En esta ocasión, Novak Djokovic, número uno del mundo, y Jessica Pegula, quinta en el ránking femenino, serán los único que no comulguen en Madrid. El serbio y la estadounidense se bajaron en los días previos a una cita en la que 'La Armada' acudía con todo. Las opciones pasan, sobre todo, por Carlos Alcaraz y Alejandro Davidovich, ambos exentos de la primera ronda por partir como cabezas de serie. Mientras tanto, otros tenistas españoles buscarán dar la campanada, como Rafa Nadal cinco veces campeón en Madrid. También buscarán una proeza Jaume Munar, Roberto Bautista y Roberto Carballés, este último pendiente aún de debutar.
Por el camino, eliminados en primera ronda, han caído Albert Ramos, Martín Landaluce y Pablo Llamas Ruiz. Tres bajas masculinas a las que se unen otras dos en el cuadro femenino: Jessica Bouzas, después de eliminar a Paula Badosa, ha perdido durante la mañana de este jueves ante la letona Jelena Ostapenko. Siguen con vida, en cambio, una formidable Sara Sorribes, clasificada ya para tercera ronda tras derrotar en dos sets a Elina Svitolina y Cristina Bucsa, que buscará el mismo camino este viernes ante la rusa Daria Kasatkina.
La Billie Jean King Cup llega a Sevilla
Por otro lado, este mismo jueves España ha recibido otra buena noticia de la mano de la Federación Internacional de Tenis (ITF) y Billie Jean King Cup. El Estadio de La Cartuja acogerá entre el 12 y el 20 de noviembre las Finales del prestigioso torneo de selecciones femenino en el que Conchita Martínez, a su vez, repetirá como directora. Este año, en contraste, el formato de la competición dará un giro de 180º, emparejando en un cuadro de eliminación a los 12 equipos participantes, cuatro de ellos exentos de primera ronda.
Así, la fase de grupos desaparece y en esa primera ronda habrá cuatro eliminatorias que se disputarán del martes 12 al jueves 14 de noviembre. Los cuartos de final se darán cita del 15 al 17 mientras que las semifinales serán los días 18 y 19. En último lugar, la final coronará a la mejor selección de tenis femenina el miércoles 20 de noviembre. De esta manera, las finales de la Billie Jean King Cup se unen a la Final a 8 de la Copa Davis, que también se celebrarán en Andalucía -en concreto en Málaga- como parte de un acuerdo de colaboración amplio entre la ITF y la Junta de Andalucía.