Ha llegado el momento. "Porque todo en esta vida tiene un principio y un final". El de Rafa Nadal parecía más cercano que nunca y, tras la disputa de los Juegos Olímpicos de París 2024 y tras retirarse de los últimos torneos de la temporada, el tenista mallorquín ha hecho oficial este jueves su retirada del tenis a los 38 años a través de un vídeo en sus redes sociales que no ha tardado en hacerse eco.
La mañana del 10 de octubre de 2024 no será fácil de digerir para los amantes del tenis y del deporte español en general. Nadal se dirige a la cámara, sonríe y empieza a narrar con la voz entrecortada. A la vez, se escucha de fondo la voz de Marc Maury, el famoso speaker de Roland Garros que tuvo que pronunciar su nombre hasta en 14 ocasiones. "La realidad es que los dos últimos años han sido muy difíciles y no he sido capaz de jugar sin limitaciones", entona Nadal.
"Es una decisión difícil que me ha llevado tiempo. [...] Pero creo que es el momento adecuado para poner punto y final a lo que ha sido una carrera larga y mucho más exitosa de lo que jamás hubiera podido imaginar". ¿Y quién podía haberlo pensado, Rafa? Pocos confiaban en 2002 en aquel quinceañero avalado por sus buenas actuaciones en los Challenger. Tuvo una oportunidad de oro para despegar como profesional en Mallorca y Nadal no defraudó.
Se convirtió en el jugador más joven en ganar un partido en un torneo oficial de la ATP venciendo al paraguayo Ramón Delgado y, a partir de ahí, el resto ya es historia.
Nadal y un legado imborrable
España y el mundo del tenis no se han cansado de ver ganar a Rafa Nadal año tras año. En tierra batida, en hierba, en superficie dura. Donde fuera. Fue en 2005 cuando realmente se consolidó en la panorama mundial al ganar su primer título de Grand Slam en Francia. Con solo 19 años, Nadal se convirtió en el segundo hombre en la Era Abierta en ganar Roland Garros el año de su debut. Lo que no sabían los franceses -ni casi nadie- es que esa escena se repetiría catorce veces desde entonces hasta ahora.
Nadie ha sido capaz de igualarlo. Un dominio absoluto que le ha consagrado el apodo de "El Rey de la tierra batida". Su porcentaje de efectividad lo avala: 90% de victorias sobre esta superficie (484-51).
Pero el éxito de Nadal no se limita a París. En cuando a Grand Slams concierne, en Wimbledon, uno de los eventos más prestigiosos del deporte, Nadal ha triunfado en dos ocasiones. Su victoria en 2008 frente a Roger Federer en una épica final de cinco sets es considerada por muchos como una de las mejores finales de la historia del tenis. Repetiría también la hazaña en 2010, mismo año donde consiguió su primer US Open, que levantó en otras tres ocasiones más (2013, 2017 y 2019). El palmarés de los "grandes" lo cierran dos Abiertos de Australia (2009 y 2022).
Las lesiones han sido, sin embargo, el motivo principal de su poca actividad durante estos últimos años de su carrera. Empezando por su operación en la cadera y contando todas las molestias que Nadal ha sufrido en el pie, acentuadas por el síndrome de Müller-Weiss. En 2024 había disputado 19 partidos (12-7), pero en 2023 tan solo pudo saltar cuatro veces a la pista. De hecho, el 18 de mayo del año pasado ya dejó entrever que esta iba a ser su última campaña.
Más allá de sus logros en el tenis, Rafa Nadal es admirado por su humildad, deportividad y dedicación fuera de la cancha. Ha utilizado, por ejemplo, su plataforma para causas benéficas, sobre todo a través de la Fundación Rafa Nadal, que se centra en ayudar a los jóvenes desfavorecidos a través de la educación y el deporte.
La Copa Davis, un último baile
"Me hace muchísima ilusión que mi último torneo sea la final de la Copa Davis y representando a mi país. Creo que es cerrar el círculo ya que una de mis primeras grandes alegrías como tenista profesional fue la final de Sevilla en 2004", recuerda Nadal. Un jovencísimo Rafa se dio a conocer al mundo derrotando entonces -con solo 18 años- a Andy Roddick, el número dos de la época.
A partir de entonces, Nadal ha contribuido significativamente al equipo español de la Copa Davis, ayudando 'La Armada' a ganar el título en cinco ocasiones (2004, 2008, 2009, 2011 y 2019).
Además, su éxito no se limita únicamente al ámbito individual. En los Juegos Olímpicos, Nadal ha ganado dos medallas de oro: en los Juegos de Pekín 2008 en individuales y en los Juegos de Río de Janeiro 2016 en dobles junto a Marc López. Eso hizo que este año, en París 2024, Francia optara por Nadal como uno de los relevistas de la prestigiosa antorcha olímpica.
Como los Chicago Bulls de Michael Jordan en el año 98, Rafa Nadal concederá un último baile a todos sus aficionados y seguidores. Qué mejor manera que la de representar a su país, España, en la Copa Davis 2024 que se disputará en el Palacio de Deportes José María Martín Carpena de Málaga del 19 al 24 de noviembre.
Agradecimientos por doquier
Pero el éxito y el legado de Nadal va mucho más allá que la figura de uno de los mejores tenistas de la historia. "Me siento un súper afortunado por todas las cosas que he podido vivir. Quiero agradecer a toda la industria del tenis, a todas las personas que engloban este deporte y los que han sido mis compañeros durante tantos años, especialmente a mis grandes rivals. He pasado muchísimas horas con ellos y he vivido momentos que voy a recordar por el resto de mi vida", reflexiona Nadal mientras se intercalan imágenes de sus grandes duelos con Roger Federer y Novak Djokovic.
La importancia del entono también toma partida en el vídeo de despedida. "Hablar de mi equipo se me hace un poquito más difícil porque ellos han sido una parte muy importante de mi vida. No son trabajadores, son amigos y han estado a mi lado en todos los momentos en los que los he necesitado. Ha habido momentos muy malos, momentos muy buenos, momentos en los que me han tenido que apretar, que aflojar. Hemos vivido tanto juntos que es difícil de explicar", sigue pronunciando Nadal mientras aparecen instantáneas de entrenadores, fisios, médicos, etc.
Por último, Nadal se guardó unas palabras para su familia y para los seguidores. "Mi madre ha hecho todos los sacrificios que tenía que hacer para que nosotros lo tuviéramos todo. Mi mujer Mery ha sido mi compañera de viaje perfecta. Volver a casa y ver cómo está creciendo mi hijo ha sido una fuerza que realmente me ha mantenido vivo y con la energía necesaria para continuar", entona con lágrimas.
"Con mi hermana he mantenido siempre una relación increíble. Mi tío, que es la razón por la que empecé a jugar a tenis. Creo que gracias a él, he podido superar situaciones que han sido difíciles en mi carrera deportiva. Y mi padre, que para mí ha sido una fuente de inspiración en todos los sentidos. Ha sido ejemplo de esfuerzo y superación".
"Por último los aficionados. No tengo manera de agradeceros lo que me habéis hecho sentir. Me habéis dado la energía que siempre he necesitado. No tengo manera de agradeceros lo que habéis hecho por mí". "Todo lo que he vivido ha sido un sueño hecho realidad. Me voy con la tranquilidad absoluta de haber dado el máximo. Me he esforzado en todos los sentidos", concluye mientras en el vídeo se despide de Roland Garros, tras perder su último partido en París.
El adiós de Rafa Nadal ha llegado. Ahora solo queda ser igual de agradecidos que él durante todo este tiempo y ser conscientes de que la historia nos ha permitido ver jugar y disfrutar a uno de los mejores tenistas del mundo: Don Rafael Nadal Perea.
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