Real Madrid y Atlético de Madrid. Blancos y rojiblancos. Merengues y colchoneros. Un duelo que se repite por cuarto año consecutivo en Liga de Campeones. Cuatro duelos ganados por los blancos y dos de ellos, los más dolorosos, en la final. Por eso el Atlético masculla revancha en el partido que significará el adiós del Calderón a Europa. En el Manzanares precisamente tratará de certificar su venganza un Simeone que ha vuelto a vestir de cordero a su equipo.
Suele decirse que “90 minuti en el Bernabéu son molto longos”. Pero también es conocido que aún más largos son 180 minutos de cada eliminatoria ante el Atlético de Simeone. Por eso los de Zidane tratarán de enfilar la Castellana con la semifinal resuelta camino de un Calderón donde los rojiblancos son inexpugnables: ha jugado 16 partidos en Champions en su estadio encajando solo cuatro goles. Y de los cuatro, uno en ronda eliminatoria en una goleada por 4-1 al Milán con gol rossonero anotado por Kaká.
Ajedrez en el césped
Zidane no quiere ni oír hablar de favoritismo. Sabe que los partidos ante el Atlético son partidas de ajedrez extremadamente complicadas. Los rojiblancos saben sufrir y hacen agonizar a los rivales. Cada detalle será capital y el miedo a cometer errores probablemente produzca un ejercicio de contención defensiva para no perder el equilibrio atrás.
En esos escenarios se maneja mejor el Atlético, que, sin embargo, muestra un acusado problema goleador ya que solo Griezmann ofrece garantías. Gameiro y Torres acompañan con más voluntad que acierto y Carrasco es imprevisible, para lo bueno y lo malo. Parece que Simeone podrá contar con el belga, lesionado en el hombro, pero no tiene lateral derecho, lo que le obligará a poner un parche con Savic o Lucas. Por lo demás, parece que su once titular sería el habitual: Oblak; Savic, Godín, Lucas, Filipe; Carrasco o Gaitán, Gabi, Saúl, Koke; Griezmann y Gameiro.
En sus últimas seis visitas al Bernabéu los rojiblancos han sumado tres victorias, dos empates y una derrota. Y en sus últimas diez han marcado en siete de ellas. Algo que invita al optimismo a una parroquia atlética que sospecha que está vez sí pueden dar la sorpresa. Lo que pasa por obtener un buen resultado en Chamartín, donde un empate con goles sería considerado como un triunfo por Cholo.
El Real Madrid, por su parte, sabe que sus opciones pasan por sacar una renta cómoda en su estadio. Por ellos los jugadores blancos han invocado a la afición para que se convierta en protagonista. Sin Bale, lesionado, la incógnita es si saber si Zidane dará la alternativa a Isco finalmente o apostará por el dibujo (4-3-3) alineando a Asensio o Lucas Vázquez. Sugiere Zidane que algo intentarán, lo que invita a pensar que trama algo en la medular, donde Kroos, Modric y Casemiro son fijos. Varane será la pareja de Ramos y en los laterales estarán los dos jugadores más en forma del Real Madrid, Marcelo y Carvajal.
Cuando el inglés Martin Atkinson señale el final del primer asalto de esta semifinal de Champions, sabremos si la épica madridista sigue viva en Europa o si Simeone ha logrado domesticar al todopoderoso Real Madrid de un Cristiano que suele ofrecer su mejor versión cuando le observan los focos de la Champions. El más chulapo de los derbis elige finalista: ¿Puerta Grande o Enfermería?
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