El Real Madrid se convierte en campeón del mundo por quinta vez tras ganar la final del 'Mundialito de clubes' al Al Hilal, el que es, por palmarés, el mejor equipo de Asia: el conjunto saudí es el que más Champions League asiáticas ha levantado en la historia, con un total de cuatro trofeos. De ahí que no causase demasiada sorpresa que que eliminase al Flamengo brasileño en la semifinal.
El conjunto blanco salió al terreno de juego dispuesto a olvidar las malas sensaciones ligueras -está a 8 puntos del Barcelona- con un juego de presión alta que le permitió recuperar muchos balones cerca del área del Al Hilal. El conjunto asiático, por su parte, trató de jugar con las líneas muy juntas atrás y salir al contraataque con velocidad para poner en apuros a Lunin.
Con las 'reglas del juego' claras, el Real Madrid marcó el ritmo del partido a través del marcador muy pronto: una buena jugada combinativa acabó con un pase interior a Vinicius, que demostró una vez más que los problemas de definición son ya cosa del pasado. Disparo raso para adelantar a los blancos. Poco después, para despejar toda duda, Valverde se encargó de poner el segundo gol en el marcador.
El Al Hilal dio una imagen indefensa, 'grogui' ante un Real Madrid que había roto el guión del partido que habían preparado. Lejos de ver la sangre y cerrar definitivamente el partido, los blancos se confiaron a la espalda. De ahí surgió el 2-1 del Al Hilal. Marega,tras una gran galopada, encaró la portería de Lunin y batió al ucraniano, que pecó de poner la mano blanda.
Los de Ancelotti mantuvieron el mismo guión: presión alta y esperar errores de la defensa rival. Alguno hubo, pero el Madrid no lo supo aprovechar. Las más claras las tuvieron Valverde y Benzema, pero no lograron variar el marcador antes del descanso.
La segunda parte tuvo exactamente el mismo guión que la primera. Incluso el orden de los goles se repitió. El Madrid comenzó apretando arriba para evitar un tanto sorpresa del Al Hilal y se preocupó de marcar el tercero pronto. En el minuto 54, Benzema anotó tras una buena pared de Vinicius y una bonita asistencia con el exterior.
Al igual que sucedió en la primera mitad, el Madrid con el gol puso la directa para volver a anotar pocos minutos después. En esta ocasión, los protagonistas fueron Carvajal y Valverde, de cuya combinación salió el segundo gol del partido del uruguayo, que se está convirtiendo en un jugador protagonista en finales.
Con el 4-1 en el marcador, Ancelotti lo vio hecho y se permitió el lujo de quitar a Benzema. También se marchó Tchouaméni, aunque en su caso fue por molestias. Al minuto de las sustituciones, el Al Hilal recortó distancias: de nuevo, un pase a la espalda de la defensa madridista acabó en las botas de un viejo conocido de LaLiga, Luciano Vietto, que definió con clase, picando la pelota.
Las pocas dudas que pudieron surgir entre los futbolistas blancos fueron disipadas por un Vinicius desatado. Regate mágico y pase a Ceballos para después quitarse al utrerano de en medio y cruzar el esférico al palo largo. Con 'la manita' en el marcador, Ancelotti entró en 'modo liga': a los pocos minutos quitó a Modric y Kroos para darles descanso.
El Madrid bajó el ritmo, pero el Al Hilal quería, al menos, demostrar por qué estaba en una final del 'Mundialito'. Por eso siguió yendo al ataque, ante un conjunto blanco firme hasta que Vietto metió algo de miedo en la defensa madridista. El delantero aprovechó una mala salida de Lunin -partido catastrófico el suyo- para, gracias a un bonito giro, marcar el tercer gol de su equipo.
Pese al tanto, la tranquilidad madridista se mantuvo: el Al Hilal estaba lejos en el marcador. Marega tuvo en sus botas imponer el terror entre las filas blancas: remató fuera un mal despeje de Lunin. Fue la última gran ocasión del conjunto saudí, cuyo fútbol se fue diluyendo a medida que se acercaba el final del partido.
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