El Real Madrid quiere blindar Valdebebas para tratar de frenar el brote de coronavirus que ha contagiado a siete jugadores. Si el miércoles la entidad merengue hacía público el contagio de Modric y Marcelo, ayer otros cinco jugadores daban positivo, tal y como avanzó Vozpópuli. La situación fue tan anómala que el entrenamiento se retrasó a las 16:30 de la tarde.
Para tratar de evitar que continúe la escalada de contagios, la entidad capitalina ha decidido realizar tests a discreción a toda la plantilla. El objetivo es crear un fortín en torno a la Ciudad Deportiva de Valdebebas. El equipo tendrá, casi con toda seguridad, que recurrir a jugadores de las categorías inferiores para afrontar sus próximos compromisos.
A los dos positivos iniciales que hemos comentado hay que sumar los de Asensio, Bale, Rodrygo y Lunin, además de el de David Ancelotti, el hijo del entrenador del Real Madrid. Esto supone que ninguno de estos jugadores va a estar disponible para el partido que el domingo enfrentará al Real Madrid contra el Cádiz en el Santiago Bernabéu. Tampoco lo estarán para el partido que el próximo miércoles enfrentará al combinado blanco contra el Athletic de Bilbao en San Mamés.
El Real Madrid tendrá que recurrir a jugadores del filial casi con toda seguridad para afrontar sus próximos compromisos
Mascarillas
Fuentes cercanas al primer equipo del Real Madrid aseguran que hay cierto malestar en el entorno de los jugadores por el uso que estos hacen de la mascarilla. Es cierto que durante las retransmisiones todos la llevan siempre puesta en el banquillo o en las gradas, pero, según las mismas fuentes, desde el momento en que entran en el vestuario dejan de utilizarlas.
Parte de los jugadores considera que es "absurdo" ponerse la mascarilla cuando luego están 90 minutos sobre un terreno de juego, cada tres o cuatro días, con contacto físico con otros jugadores de otros equipos que, en el caso de las competiciones internacionales, proceden de otros países.
El Real Madrid vuelve a los tests diarios
No es -ni va a ser- la primera vez que el coronavirus provoca un brote en el deporte profesional. El equipo norteamericano de baloncesto Chicago Bulls declaró hace unos días tener diez jugadores aislados por contagiarse de la enfermedad. La NBA aplazó dos de sus partidos para evitar que la cosa fuera a mayores.
El protocolo marca en Estados Unidos diez días de confinamiento para las personas contagiadas, además de la obligatoriedad de registrar dos tests negativos consecutivos y una prueba de esfuerzo cardiaco con el fin de confirmar que no hay consecuencias físicas tras pasar el coronavirus.
Tras la atenuación de la pandemia, el club blanco redujo las pruebas para detectar el coronavirus a dos a la semana
La NBA se plantea de nuevo volver a las pruebas diarias con el fin de detectar posibles contagios,con el consiguiente riesgo de brotes. Una medida que coincide precisamente con la tomada por el Real Madrid. Tras la bajada de intensidad de la pandemia, el club blanco redujo las pruebas para detectar el coronavirus a dos a la semana, pero la situación de la enfermedad, y sobre todo el brote registrado, ha devuelto los tests diarios a Valdebebas.
