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Y Casillas volvió a despedirse solo, con Florentino y unos señores de traje aplaudiendo a rabiar

  

"Esta es la despedida definitiva, ¿eh? No hay más...". La frase de Iker Casillas que abrió su corta alocución describe desde la irónica resignación un acto frío, falso y patético. La segunda despedida del portero en menos de 24 horas fue aún más triste para él, y sobre todo para el Real Madrid, que la primera.

Quedará para siempre en la retina la imagen de Florentino Pérez aplaudiendo como un poseso a Casillasdesde el estrado. El nervioso batir de palmas rara vez visto en el presidente del Real Madrid, secundado por sus serviles directivos, no alivió la tensión vivida durante una eterna media hora en el palco de honor del estadio Santiago Bernabéu.

Casillas, obligado por el 'entusiasmo' de los aplausos, se tuvo que levantar a saludar brevemente en forma de agradecimiento. Lo hizo sin ganas y fue el único gesto diferente a su pose y rostro petreos, sentado en una silla en primera fila mientras escuchaba el verbo balbuceante e inconexo de Florentino ante la andanada de preguntas de la mayoría de los periodistas.

"Casillas nos trasladó su deseo y nosotros lo hemos aceptado. Nadie le ha pedido que dejase el club", remarcó el mandatario madridista en su discurso inicial. Florentino Pérez justificó su comparecencia por la aparición de "informaciones confusas" en los medios de comunicación, tras la confirmación del adiós del excapitán del club madrileño, después de 25 años en el club, en el que conquistó 19 títulos. Todos ellos estuvieron expuestos sobre el césped del estadio Santiago Bernabéu.

El mandatario blanco aseguró que Iker Casillas se merecía que la entidad atendiera su petición "como reconocimiento a una trayectoria única". "Comprendo a Iker cuando toma la decisión de emprender una nueva etapa deportiva", dijo Pérez.

En su intervención ante los medios de comunicación, y acompañado por miembros de la junta directiva, de las peñas y del patronato, el presidente del Real Madrid subrayó la "trascendencia" que para el club tiene la "despedida" del portero, de 34 años.

"Iker se ha ganado nuestros respeto y cariño dentro y fuera de los estadios. Llegó con nueve años y se va como capitán del equipo, habiendo ganado todo y como uno de los grandes referentes. Se va el mejor portero de la historia del Real Madrid y del fútbol español", indicó Florentino Pérez.

El presidente del club blanco lamentó que Iker Casillas haya tenido que soportar "dos años de mucha presión" por los silbidos recibidos por parte de algunos seguidores.

"Es incomprensible", denunció Pérez, "que un sector de la afición no se haya comportado adecuadamente". "Espero que nos sirva de reflexión para el futuro y para que no vuelva a ocurrir", deseó.

Florentino Pérez recordó que para muchos de los grandes referentes la salida del club "nunca ha sido fácil" y agregó: "Tenemos la obligación de venerar a nuestros ídolos".

A continuación Casillas subió al escenario sin demasiadas ganas. Saludó friamente al presidente y repitió, muy resumido -más aún- lo que había dicho el domingo en rueda de prensa:

“Gracias presidente por sus palabras. Quiero agradecer a los medios, a la junta directiva y a los madridistas su presencia aquí. Es raro porque ya hablo como jugador del Oporto. Es diferente pero habrá más momentos y los compartiremos entre todos. Quiero dar las gracias a todo el madridismo y a todos los que me han apoyado. Y con los que he tenido discrepancias, lo siento de verdad. Tal vez fue una manera humana de expresar algo, pero apartado queda. Me quedo con las alegrías que se ha llevado la gente en este estadio y soy un madridista más, que siempre que pueda intentaré ser un embajador. Estad seguros de que allá donde vaya intentaré seguir haciendo lo mejor para el Madrid”.

Finalizado el discurso, Iker regresó a su solitaria silla entre aplausos un tanto tímidos. Hasta que Florentino Pérez se aproximó al micrófono aplaudiendo con brío. Sus directivos, sentados también en las primeras filas, aceleraron el ritmo palmero y algunos se pusieron de pie hasta obligar a Casillas a hacer lo propio y a saludar al tendido, sin ganas, para agradecer ese cariño artificial.

El presidente abrió entonces el turno de preguntas, y vivió una de las comparencias ante los medios más incómoda de sus mandatos. Sobre todo por la reiteración de varios periodistas en acusarle de no haber defendido al portero de los ataques sufridos en los últimos meses. Florentino lo negó una y otra vez, pero su rostro y el tono de voz contradijeron sus palabras. 

El mandatario blanco afirmó que le hubiera gustado organizar un acto de despedida con los jugadores antes de su viaje a Australia, pero que el retraso en las negociaciones lo hizo imposible. "Siempre he tenido una relación muy buena con Íker, espectacular, le tengo mucho cariño en contra de lo que se ha dicho. Siempre ha sido ejemplar como capitán", manifestó.

Igualmente, desveló que el acto de homenaje estaba previsto celebrarlo sin Iker, pero le agradeció que haya retrasado su viaje a Portugal para asistir al mismo. "Lo único que ha cambiado es que Iker me acompaña. Todo lo demás estaba previsto. No sé si el homenaje podrá ser este verano, pero será lo antes posible para homenajear a uno de los mitos y leyendas del madridismo", reiteró sobre el encuentro contra el Oporto.

Aseguró que siempre que ha tenido la oportunidad ha criticado a la afición por silbar a Casillas. "Siempre he salido en defensa de Iker Casillas. Nuestra historia y valores no nos ha enseñado a criticar públicamente a los jugadores. Todos los jugadores son patrimonio del club y después de 25 años Iker se merece el respeto de todos los aficionados", destacó.

Sobre su posible sustituto, el meta español del Manchester United, David de Gea aseguró que cada vez que se va una persona como Iker Casillas es muy complicado encontrar un recambio.

"A un mito es muy difícil sustituirle. En este momento, solo pensamos en decir adiós a Íker con todo el reconocimiento y cariño que se merece. Se nos va Iker y empezaremos a ver quién va a venir. De Gea es un magníficio portero que pertenece a un club que es amigo y no tenemos que opinar. Sustituirle es imposible, el que venga no formará una parte importante durante 25 años en la historia del Real Madrid", sentenció.

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