La salida de Diego López del Real Madrid estaba cantada. La reacción en Twitter de los antiCasillas, también. Pero lo que nadie esperaba, y menos en pleno agosto, es la brutal reacción de una facción del madridismo que no parece predispuesta a la paz.
Conocido el acuerdo del portero gallego para emigrar a Milan, la primera etiqueta (hashtag) que se encaramó entre las más populares (TT) de España fue positiva. En concreto, #GraciasDiego.
Tras el sentido y educado agradecimiento se desató una tormenta que aún azota las redes sociales.
El agresivo hashtag #CasillasEresUnMiserable preside cientos de miles de tuits, lo que le situó rápidamente como uno de los diez TT de España desde las 14:20 horas de este sábado y el número uno en varios tramos horarios.
La rabia destilada por esos tuits alcanzó tanta fuerza que #CasillasEresUnMiserable fue uno de los diez asuntos más populares de Twitter en todo el mundo durante más de tres horas, llegando incluso a ser el más importante del planeta aproximadamente media hora.
Para calibrar la importancia de esto conviene recordar que el número de usuarios totales al mes de la red social Twitter en todos los países de la Tierra se aproxima a los 300 millones. Teniendo en cuenta la demografía española en comparación con los grandes gigantes del mundo, el asunto impresiona.
Y debería impresionarle más a Florentino Pérez. Porque el caldo de cultivo que ya estaba creado y, por lo visto, se pretende caldear de aquí en adelante, podría derivar en situaciones tensas, incluso lamentables, en los partidos que el Real Madrid jugará en el Santiago Bernabéu.
Alguien ha calibrado mal la magnitud del problema si pensaba que la salida de Diego López iba a ser la panacea.
La operación supone una victoria moral, y un alivio profesional para Casillas, pero ha caído como una bomba en Twitter, donde la guerra de la portería del Real Madrid, lejos de pacificarse, se ha recrudecido de forma violenta.
El sector madridista antiCasillas no se lo va a perdonar y, en cuanto digiera el disgusto, centrará todos sus esfuerzos en presionar para que Iker sea este año suplente de Keylor Navas.
Casillas ha ganado una batalla, pero todo indica que la guerra no ha hecho más que empezar.
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