Fue una noche calurosa y triste. Un penalti dudoso a James abrió la esperanza tras el gol de Cristiano, pero el Real Madrid no tuvo paciencia ni acierto ante una Juventus que aprovechó un rechace para sellar su billete a Berlín por medio de un gol de Morata. Casillas estuvo y salvó al Real madrid con dos paradas que mantuvieron con vida al equipo. Arriba sólo Benzema mostró algo de clarividencia, con un Bale negado y un Cristiano que sigue sin ser el de las mejores noches. El majestuoso mosaico del inicio no concluyó con final feliz. El Real Madrid se quedó en el camino e la Undécima. Las lágrimas del madridismo traerán consigo muchos cambios...
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