Sigue oliendo el fútbol a playa, se habla de fichajes y de salidas. Como si lo que pasase sobre el césped fuese aún de fogueo. Pero no es así. En Cardiff se jugaba el primer título de la temporada, la Supercopa Europea que reunía a dos campeones españoles, el Madrid y el Sevilla.
No hubo color, el Real Madrid demostró ser un equipo no solo más hecho, también mejor. Y es que el talento se desborda por todos los lados del campo, no hay jugador blanco que no tenga para desestabilizar a cualquier rival. El mayor cambio con respecto al equipo del año pasado es la entrada de Toni Kroos, hombre curtido en la selección alemana (campeón del mundo, por lo tanto) y en el Bayern de Guardiola.
Con esos precedentes se intuye la jerarquía y el talento. Los tiene, sobrados. No falla un pase, aparece en todas partes, tiene el porte de una estrella. Más aún, consigue algo muy complicado, casi imposible en el Madrid, hacer olvidar la ausencia de Xabi Alonso, algo inaudito desde que el tolosarra viste de blanco. Siguiendo con lo nuevo, que es lo que más se mira cuando aún es estío, James dejó retazos pero no tiene aún el poso suficiente para dejarse ver con asiduidad. La timidez, algún día, dará paso al talento que sin duda tiene.
Y sobre lo de siempre, Crisitano. Dejábamos el fútbol, allá por julio, con el astro renqueante y un poco desesperado. Lo retomamos con dos goles suyos y la percepción de que la bestia ha vuelto y, con él, también Benzema y Bale, siempre montado en la moto. El Madrid, ese equipo de atletas, tiene toda la velocidad que se le puede pedir a un conjunto, pero no está descontrolada. El objetivo, un año más, es el cielo y aunque la aspiración suene en exceso ambiciosa, no se puede concebir otra cosa. El equipo está confeccionado para eso.
En cuanto al Sevilla, necesitará tiempo para olvidar a Rakitic. Hay jugadores que marcan absolutamente la fisionomía de un equipo y cuando se van son como un miembro amputado. Viendo el partido aún se esperaba que saliese, que tirase alguna falta, que fuese él quien buscase el pase a Bacca para ganar el campeonato. Nada de eso es ya posible y Emery, un buen entrenador, tendrá que repensar el equipo para acostumbrarse a su ausencia. Tiene mimbres buenos, jugadores llamativos como Denis Suárez, Vitolo o Aleix Vidal, aunque difícilmente encontrará un hombre que pueda hacer olvidar a tan excelso pelotero. Es posible que nunca llegue al nivel del Madrid, pero debe aspirar a volver a ser el Sevilla que fue.
Quedó la puerta del Madrid en blanco, lo cual es también una noticia esperada en los blancos. No tuvo problemas Casillas, que es hoy el hombre más cuestionado del Real Madrid, quién sabe si del fútbol mundial. Sin trabajo, levantó un título que los blancos (y el propio portero) vencieron por segunda vez. Necesita más minutos en la portería para ir recobrando la confianza que perdió por el camino, su lugar en el mundo es la portería del Madrid, pero parece haberlo olvidado. El éxito de los de Ancelotti estará íntimamente relacionado con el buen hacer de la portería, si se aspira a todo nada puede fallar.
Ficha técnica:
Real Madrid: Casillas; Carvajal, Pepe, Sergio Ramos, Coentrao (Marcelo, m.83); Kroos, Modric (Illarramendi, m.85), James (Isco, m.71); Bale, Cristiano Ronaldo y Benzema.
Sevilla: Beto; Fazio, Navarro, Pareja, Coke (Figueiras, m.83); Krychowiak, Carriço; Suárez (Reyes, m.77), Vitolo, Vidal (Aspas, m.65); Bacca.
Goles: 1-0, m.30: Cristiano Ronaldo. 2-0, m.49: Cristiano Ronaldo.
Árbitro: Mark Clattenburg (Inglaterra). Amonestó a Kroos (Real Madrid), así como a Navarro y Vitolo (Sevilla).
Incidencias: Final de la Supercopa de Europa disputado en el Cardiff City Stadium (Reino Unido) ante unos 30.000 espectadores.
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