La meteórica racha del Madrid era cosa de 2014. Ha sido empezar enero y perder un poco el fuelle, bien es cierto que en Mestalla, uno de los campos más difíciles del campeonato. Las 22 victorias consecutivas tuvieron mucho buen fútbol y algo de buena suerte. Le quedaban dos para llegar al Curutiba, en uno de esos records raros que tiene el fútbol y que nadie percibe hasta que un grande se acerca. Si alguno estaba preocupado ya puede dejarlo. En los últimos partidos del año ya tuvieron los blancos algún síntoma de debilidad en lo físico, abortados con autoridad porque el Madrid tiene mucho que ofrecer y los rivales tampoco eran nada del otro mundo.
Cuando apareció uno de verdad, como es el Valencia, al Madrid le temblaron las piernas. El mediocampo, con Kroos, Isco –algo mejor que sus compañeros, pero también perdido– y James, se encontró naufragando en buena parte del encuentro, siempre en inferioridad numérica, siempre con una carrera de menos. La capacidad de Ancelotti para reconvertir jugones en obreros, probada en estos dos años en Madrid, requiere de un punto físico de todos que, ahora mismo, el equipo no tiene. Y sin eso están a merced del rival, si es que el rival sabe manejar el cuero.
En el medio es evidente, pero también los delanteros parecen sin aliento. Cristiano, que empezó la temporada como un coloso, ha bajado sus prestaciones. Da la impresión de que en su año el mes de enero es menos importante que noviembre, pues no es la primera vez que le pasa. Algún malidicente podría pensar que el Balón de Oro se vota por esas fechas y no por estas. Tampoco Bale y Benzema hicieron un partido aceptable para sus posibilidades. Andan algo apagados, con poca gasolina. Y, a pesar de todo, tuvo opciones de irse a casa con algo mejor en el marcador.
Los deméritos del Madrid fueron también tácticos. Nuno configuró cinco en el medio, para ganar todos los rechaces, con buen nivel tanto físico como futbolístico. También planteó tener dos delanteros, cosa rara en la Liga, para fijar a los centrales y que no pudieran auxiliar en la salida del balón. Ganó la partida a Ancelotti. Buen concepto, aunque hay cosas en los entrenadores que nunca se terminan de entender del todo. Por ejemplo, Gayá empezó el partido en el banquillo, entró por una lesión y demostró, jugada a jugada, que nunca debe ser él quien esté fuera. No importa que sea joven, el que entiende el fútbol debe formar parte de él.
Más allá de eso, el Valencia volvió a mostrarse como un equipo con muchas posibilidades. Sus centrales son cancheros, tiene a André Gomes, otro de esos jugadores que saben lo que hacen, y dos delanteros de tronío. Si no les tiemblan las piernas tienen que estar arriba. Por el momento han probado que el Madrid no es imbatible, por más que en los últimos meses lo pareciese.
Ficha técnica
Valencia: Alves; Mustafi, Otamendi, Orban; Barragán (Feghouli, m. 73), Parejo, Enzo Pérez, Andre Gomes, Piatti (Gayá, m.22); Negredo (Rodrigo, m. 79) y Alcacer.
Real Madrid: Casillas; Carvajal, Pepe, Ramos, Marcelo; Kroos, James (Khedira, m.70), Isco; Bale (Jesé, m.70), Cristiano y Benzema.
Gol: 0-1, m. 13, Cristiano. 1-1, m. 51, Barragán. 2-1, m.64, Otamendi.
Árbitro: Gil Manzano. Amonestó a Ramos, Gayá, Enzo Pérez, Mustafi, Parejo, Orban, Carvajal.
Mestalla.
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