Hace menos de veinticuatro horas, durante la tarde de este jueves, saltaba la noticia sobre la inminente llegada de la tarjeta azul al mundo del fútbol profesional. Un novedoso castigo aprobado por la International Football Association Board (IFAB), entidad encargada de definir todas las reglas del fútbol a nivel mundial y sus futuras modificaciones, que pondrá por bandera una nueva y llamativa forma de entender y practicar este histórico deporte: una "expulsión programada" para aquellos futbolistas que no encarnen los valores necesarios para la práctica y la puesta en escena disciplinaria.
"Hemos identificado el mal comportamiento de los jugadores como un problema grave para el futuro del fútbol. Estamos examinando qué podemos hacer mediante cambios en las reglas del juego. Una expulsión programada podría ser un elemento disuasivo mayor que una advertencia", declaró Lukas Brud, uno de los miembros de la IFAB, al respecto. Sin embargo, la FIFA, institución que gobierna las diferentes federaciones de fútbol a nivel global, aclara que todo aún se mantiene en fase de pruebas y estudio hasta el próximo 2 de marzo, al menos, fecha en la que se reúne nuevamente la IFAB.
Después de ese día, la FIFA podría empezar a introducir la tarjeta azul en sus particulares competiciones, al igual que sucedió con el audio en directo de las conversaciones entre el árbitro y el VAR durante el Mundial de Clubes y el pasado Mundial femenino. Sin embargo, esta otra aún no tiene fecha para que se empiece a aplicar en el fútbol de élite y en las grandes ligas, lo que deja entrever una clara postura gradual y paulatina por parte del organismo europeo para abordar los cambios en la política de juego de este deporte.
Aunque todo parece apuntar hacia la misma dirección: la tarjeta azul formará inminentemente parte del elenco de sanciones con las que los árbitros podrán amonestar a los jugadores y demás involucrados. No obstante, esta medida no será la única en acaparar las miradas más críticas deportivas. "También hay mucho interés por parte de varias partes interesadas en la idea de que sólo el capitán pueda acercarse al árbitro", explicó Brud sobre otra novedosa propuesta.
Así será la tarjeta azul: la nueva sanción dirigida a protestas y faltas tácticas
La tarjeta azul nace con el objetivo de limitar el número de protestas que reciben los árbitros y diferentes colegiados durante el trascurso de los partidos. De este modo, aquellos jugadores que reciban dicha amonestación serán expulsados del terreno de juego durante 10 minutos y dejarán a su equipo con un jugador menos. Sin embargo, esta nueva sanción podrá traer consecuencias más notables en caso de que más de un deportista sea amonestado a la vez. Además, la IFAB recalca que dos tarjetas azules constituirán un roja, de forma que su efecto es complementario a las tarjetas amarillas, con las que también se combinarán para expulsar definitivamente al jugador.
La introducción de la tarjeta azul se ha estado probando durante toda esta temporada en categorías inferiores del fútbol galés y sueco. La elección del color se debe, principalmente, a una propuesta de diferenciación: el azul contrasta con el rojo y al amarillo, marcando entre ambos polos una palpable disparidad inexistente en el caso de que estas, tal y como estaban propuestas, fueran naranjas. No obstante, tal y como recoge la FIFA, las competiciones de élite mundial "estarán excluidas de estas pruebas iniciales hasta que se perfecciones el protocolo de actuación", entre otras muchas ideas.
Por otro lado, Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA, rechaza también su puesta en escena en los próximos eventos continentales, tales como la Eurocopa de este verano y la "nueva" Champions que se pondrá en marcha a partir de 2024. Ahora bien, el organismo que rige las normas del fútbol europeo se vería obligado a introducirlas si estas se aprueban en el reglamento internacional de manera oficial.
La polémica salta en las redes: los jugadores reaccionan ante la propuesta
Las primeras reacciones sobre la idea de la tarjeta azul, como es ya costumbre, han llegado de la mano de las redes sociales, el escaparate propio del mundo en directo. Allí, algunos jugadores han arrancado las burlas y opiniones pioneras sobre la nueva normativa del mundo del fútbol. Ejemplo de ello ha sido Mesut Özil, quien no ha dudado en mostrar sorpresa sobre la tarjeta azul con dardo incluido.
"Entonces, ¿el Atlético de Madrid jugará con seis jugadores", preguntaba ayer el futbolista en su perfil de X (anteriormente conocido como Twitter) en tono sarcástico. El ex jugador del Real Madrid se ha pronunciado sobre la revolucionaria tarjeta azul bromeando con su pasado en la LaLiga EA Sports. A sus 34 años de edad y tras haber colgado las botas aproximadamente hace un año, Özil se ha acordado del equipo de Simeone, al que se midió en numerosas ocasiones durante su estancia en el club merengue: en concreto, durante tres temporadas (entre los años 2010 y 2013).
El fútbol profesional espía al mediático: una norma inspirada en la Kings League
Muchos de los seguidores acérrimos al fútbol profesional defenderán con burla también la nueva propuesta de la tarjeta azul por parte de la IFAB. Sin embargo, sus políticas son muy similares a las reglas propias que destacan en un fútbol más dedicado al espectáculo y al show. Este es el caso de la Kings League, una liga de fútbol siete creada por Gerard Piqué en asociación con otras personalidades del deporte rey y streamers y que ya alcanza su tercera temporada.
Doce equipos se dan cita cada fin de semana en el CUPRA Arena, un estadio disruptivo en Barcelona, para disputar una liguilla con vistas a unos play-offs finales que coronan a la mejor plantilla con un trofeo singular. Pero lo llamativo es el reglamento, impuesto entre todos los presidentes que forman parte del evento en consenso. Entre ellas destacan algunas como que las sustituciones de jugadores durante el encuentro son ilimitadas o que los partidos son de dos partes de veinte minutos cada una. La regla reina, no obstante, es la de las sanciones: cada tarjeta amarilla supone dos minutos de exclusión; mientras que la roja dejan al equipo con uno menos cinco minutos.
Algo similar será lo que ocurra con la tarjeta azul. Los jugadores expulsados bajo este criterio deberán abandonar el campo durante diez minutos, pero luego podrán retomar esta misma actividad.
