Luis Rubiales lleva un tiempo buscando una obra faraónica que lo encumbre como pastor del balompié nacional. Esta actitud, que está más cerca del narcisismo que de solucionar los enormes problemas que tiene encima el futbol español, ha llevado a la RFEF a ponerse manos a la obra para intentar construir el último de los sueños del presidente.
El pasado día 27 de junio, la Federación presentó en su Asamblea General Extraordinaria el balance de ingresos relativos al ejercicio de 2022. Estos se cifraron en 437,4 millones, una proyección que se desprende de los ingresos totales de la entidad (366 millones) y los de sus federaciones territoriales (71,4) -dato de 2021 al no haber cifras de 2022-, mientras que los beneficios el año pasado fueron de 28,7 millones, un resultado "excepcional" para obtener y mantener "velocidad de crucero".
A estos 28,7 millones hay que sumarles, en palabras de Eduardo Bandrés, tesorero de la RFEF, los 32,8 millones de beneficios obtenidos en 2021, lo que hace un montante de 61,5 millones de euros. Con estos números encima de la mesa, el presidente Luis Rubiales ha propuesto construir un estadio nacional "con entre 30.000 y 40.000 espectadores y en terreno propio", después de "muchos años trabajando duro".
Si bien es un beneficio real, no se puede ocultar que llega después de una serie de recortes presupuestarios muy importantes en el ejercicio de 2022. Tal y como ha contado El Confidencial, la RFEF pasó de una previsión de 95,3 millones a 69,46. Pese a tamaño ajuste, la RFEF ha conseguido obtener 60 millones de beneficios los dos últimos años. Un plan de acción obligado por quedarse 40 millones por debajo de lo previsto. Los 25 millones de diferencia, que debían ir a parar en ayudas a los clubes, se suman a otros 18 no invertidos en infraestructuras.
Así, los ingresos de la Federación se han más que duplicado desde la llegada de Luis Rubiales y su Junta Directiva en 2018, basando su estrategia económica en una estructura descentralizada en dos niveles: la RFEF y las federaciones territoriales, diferenciándose de otros países como Inglaterra o Francia.
Rubiales busca un Wembley a la española
¿En qué consiste la idea de Luis Rubiales de construir un estadio nacional? Sobre el papel, este campo de fútbol podría asemejarse a instalaciones como Wembley o el Stade de France. Sin embargo, la diferencia de espectadores es lo que hace que esta idea pueda carecer de sentido. Hay decenas de estadios repartidos por España que poseen capacidad de sobra para albergar entre 30.000 y 40.000 espectadores.
Por tanto, no se puede pretender que se jueguen partidos importantes de la selección española absoluta y que pueda acudir tan pocas personas. Además, aunque no es oficial, sí es oficioso que la Cartuja hace las veces sobre el papel de estadio nacional albergando finales de la Copa del Rey o los compromisos de la selección en la pasada Eurocopa.
La idea sería que este estadio de Rubiales se hiciese cargo de torneos como la Final Four de la Copa de la Reina, partidos menores o amistosos de la absoluta y la sub-21. Se está estudiando, además, que en nuevos formatos de fases de ascenso a Primera y Segunda división tengan cabida en este futurible campo.
El estadio nacional es la fachada de un proyecto faraónico y que sí es necesario. Es indudable que la Ciudad del Fútbol de Las Rozas se ha quedado pequeña. Inaugurada en mayo de 2003, el crecimiento del fútbol español a todos los niveles ha colapsado las instalaciones. No pueden coincidir varios equipos nacionales por falta de espacio, lo cual habla muy mal de la capacidad de la RFEF.
Construirla en Madrid, aunque parezca la opción más evidente por logística y centralidad, podría despojar a los partidos de la selección de ese sabor especial que tiene repartidos por ciudades de menor calado que no suelen tener la opción de ejercer de anfitrionas.
Este proyecto, punta de lanza del futuro presidencial de Rubiales, será presentado en la próxima Asamblea General Extraordinaria de la RFEF del mes de diciembre. Ahí será cuando se decida el cómo, cuándo y dónde de este "éxito de gestión" que Rubiales quiere compartir con la afición española, llevando el fútbol patrio a un nuevo escalón. Pero todavía quedan muchas dudas por resolver.
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