El rugby asturiano y gallego pasa por uno de los momentos más comprometidos de su historia. El problema pasa por la contratación de una aseguradora que garantice el cuidado de los jugadores, misión que se ha convertido poco menos que imposible, al precio que se estaba produciendo hasta estos momentos. En Galicia la Federación ha firmado contratos anuales con diferentes aseguradores en los últimos años. "Estábamos saliendo a aseguradora por año, con una evolución sostenible de la ficha que había pasado de 120 euros a 143 la pasada temporada. Sin embargo, Mafre este año ha tardado en respondernos y ha disparado los precios. Estamos hablando de pagar 570 euros por año con un acuerdo de 900 afiliados, algo que también nos condena, porque nosotros manejamos 850 entre seniors masculinos y femeninos y Sub-18", confiesa un resignado Ignacio Cociña, presidente de la Federación Gallega de Rugby.
Entre los problemas que rodean la negociación "está la desmesurada emisión de partes, hasta 400, según nos remitió la aseguradora. Nosotros sólo teníamos constancia de 260 y al final el número rondaba eso", advierte Cociña. "El rugby es un deporte con una notable siniestralidad y nos pilla en medio de la guerra entre hospitales y aseguradoras", apunta Cociña. Para Brendan Doyle, presidente de la Asturiana, "se ha producido una subida desmedida y hay muchos clubes que no pueden asumirla. Hace unos días pusimos encima de la mesa una oferta de 275 euros de Allianz (a lo que hay se sumaría los gastos federativos superando la licencia los 300). Los clubes evidentenmente la han rechazado".
850 jugadores en Galicia y 740 en Asturias, de los cuales 350 son niños, no jugarán al rugby esta temporada. La Federación Española "se pone de lado, como don Tancredo"
Si finalmente no se firma con la aseguradora y se suspenden las competiciones, 850 jugadores en Galicia y 740 en Asturias, de los cuales 350 son niños, no jugarán al rugby esta temporada. ¿Soluciones? La participación de la Federación Española está descartada, "porque hemos contactado con ellos y se han puesto de lado, como don Tancredo", revela Cociña. Brendan, por su parte, afirma que "hemos hablado con ellos y me han dicho 'lo siento, pero no podemos hacer nada'. Creo que para el año que viene sí podrían tratar de gestionar una medida de consenso y negociar una licencia única". Se supone que si la Federación acude con miles de licencias federativas, podrían negociar con más fuerza un buen precios para todos. Hoy en día cada Federación negocia sus propios acuerdos, así la catalana tiene un acuerdo para negociar el seguro junto al resto de federaciones deportivas territoriales, la vasca presenta un precio que ronda los 400 euros después de varias subidas sostenidas en los últimos año y en la madrileña se superan los 300 euros después de la subida aprobada esta temporada. Castilla y León, que hasta hace unos días tenía el mismo problema, parece que lo habría resuleto al firmar un acuerdo que los 300 euros.
Entre las alternativas que se han puesto encima de la mesa destacan la de la inclusión en partes solo de las lesiones traumáticas hasta pactar un precio y avalar todo lo que supere esa cifra pactada. "Somos el paciente en medio de la guerra entre la aseguradora y el hospital. Paciente de una plaga que no es un problema puntual, si no una plaga", sostiene Cociña. Doyle, por su parte, no se resigna: "Ahora mismo hay 350 niños asturianos que no podrán jugar al rugby por esto. La Federación Española no puede permitir eso. Hay que presionar a quien sea...". Palabra de rugbier.
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