Después de muchos idas y venidas en la negociación, Florentino Pérez ha dado orden de no subir la oferta por Lucas Silva hasta los 15 millones de euros que pedía por el jugador el Cruzeiro. Una decisión a la que ha ayudado enormemente el escepticismo de Carlo Ancelotti, a quien no entusiasma el brasileño, porque prefiere mirar en un mercado menos arriesgado como el europeo. Esa escasa efusividad por parte del técnico ha terminado de convencer al presidente madridista, quien ha pasado del despilfarro galáctico a implantar el 'austericidio'.
El Real Madrid no se encuentra en su momento más boyante de líquidez, de ahí los numerosos acuerdos firmados en los últimos meses. Aunque el acuerdo fundamental es el que se ha firmado con International Petroleum Investment Company (IPIC), una firma inversora en el sector de la energía propiedad del estado de Abu Dabi, que tiene entre sus activos a Cepsa, y que será quien costee la remodelación del estadio Santiago Bernabéu.
En lo deportivo, Ancelotti estaba preocupado por las lesiones sufridas en el mediocampo (Modric y James), asunto que ha resuelto con la presencia de un Isco que ha dado un paso adelante, además de Illarramendi, quien se ha asomado al once. Pero Modric estará en condiciones en febrero, cuando comiencen los partidos decisivos de la temporada, especialmente en Champions, por lo que el técnico está más tranquilo porque podría alinear a Modric con Kross y James o Isco.
Pero Ancelotti ha insistido mucho en el tema Khedira. Para Carleto el alemán debe ser "el fichaje de invierno del Real Madrid". Eso le ha dicho a un Florentino que está encantado con el italiano, quien lejos de poner problemas ofrece siempre soluciones. La figura de Khedira le da una alternativa más defensiva en la medular, con más presencia en la contención de cara a partidos donde el Real Madrid deba resguardarse más, ya que arriba el tridente Bale, Benzema y Cristiano es innegociable.
Todo apunta a que el alemán podría marcharse a final de temporada, pues quedará libre y cobraría prima de fichaje de alguno de los equipos interesados en él, como el Bayern, donde Guardiola le espera con los brazos abiertos, y el Arsenal. El jugador declinó renovar por el Real Madrid y parece que su futuro en junio está lejos de Chamartín. Sin embargo, hasta que eso ocurra, la firme intención de Ancelotti es convertirle en el flamante fichaje de invierno de los blancos, algo que le ha sonado muy bien al alemán.
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