No será un partido cualquiera. El Atlético de Madrid-Celta convertirá el Vicente Calderón en un hervidero después de lo sucedido en las semifinales de Copa ante el Barcelona. La indignación se ha extendido del vestuario a la grada donde la conexión es directa motivada por los decisivos errores arbitrales que apartaron al equipo de la final. Este agravio, sumado a la negativa mayoritaria para que el Manzanares no acoja dicha final, ha encolerizado de tal manera a los seguidores rojiblancos que el encuentro ante el también eliminado Celta se convertirá en una censura colectiva.
El Calderón ha guardado las formas aletargando las protestas, pero según parece esta vez no habrá freno. Ni tregua. La afición colchonera ha escuchado la crítica de su gurú, guía y entrenador, Simeone, que no se cortó minutos después de verse eliminado en el Camp Nou. El Cholo fue sutil, pero no calló. "Felicidades al Barcelona por manejarlo todo muy bien", ironizó después de dejar otra perla respecto a los arbitrajes: "Ya sé por qué tenemos más opciones en Champions que en Copa o Liga". Las palabras del técnico encendieron a los seguidores que estallaron de rabia ante lo que denunció el argentino.
Errores arbitrales del Camp Nou
La indignación es de tal calibre que la grada no callará. Habrá cánticos y quizá pancartas contra la Federación (RFEF) y, desde luego, contra Javier Tebas, presidente de la LFP, a los que responsabilizan de la eliminación de la Copa y de no pocas decisiones adversas en la competición liguera. Los errores arbitrales han hecho saltar a una afición harta de ver cómo las decisiones que han perjudicado al Atleti llegan también hasta la Champions. Son muchos los que no olvidan lo que sucedió en la final de Milán...
El enfado está a flor de piel. Simeone se ha preocupado de pedir apoyo al público para superar el difícil escollo del Celta tras el palo copero. Es necesario no perder el ritmo de Liga y sumar otra victoria, pero la irritación es máxima en una grada orgullosa del esfuerzo de sus jugadores y cansada del nulo peso del club y sus responsables en las altas esferas del fútbol. De hecho, el cuerpo técnico encabezado por el Cholo y la plantilla (aunque los futbolistas mantienen otro discurso de cara al público) expresaron su malestar a Cerezo y Gil Marín por su dejadez e inacción en este asunto. Por lo tanto, no es de extrañar que la crítica se vuelva contra el palco presidencial.
La tensión ha llevado a una movilización masiva por parte de los seguidores para impedir que el Vicente Calderón acoja la final de Copa al entender que el último partido en el Manzanares lo debería disputar el Atlético de Madrid y no otros. Las iniciativas en redes sociales se extendieron rápidamente creando el 'hashtag' #Noalafinaldecopaenelcalderon, pero además se ha promovido una recogida masiva de firmas para evitar que la final se dispute en el Calderón como parece que se acabará haciendo ante la falta de alternativas que satisfagan a Barça y Alavés.
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