El golfista castellonense Sergio García se ha puesto primero de la clasificación en la segunda jornada del Masters de Augusta gracias a una de las mejores rondas del día, mientras que el vizcaíno Jon Rahm también se ha colocado entre los primeros.
García, que con -4 ha acabado empatado con el líder en solitario de la jornada anterior, el estadounidense Charley Hoffman (-4), empezó anotándose tres birdies consecutivos en los primeros hoyos y superó varios tropiezos con un par de birdies en los tres últimos hoyos.
La experiencia del "mejor jugador del mundo sin un grande", en palabras de Thomas Bjorn, el capitán del equipo europeo de la Ryder de 2018, hace que el mismo Sergio García advierta de que "todavía no es domingo" y quedan dos días complicados de competición.
"Tengo recuerdos muy bonitos y especiales, por la gente con la que he jugado, por lo que Severiano ha significado para mí y para el golf mundial", dijo García recordando sus 19 participaciones en Augusta National, donde llegó por primera vez con 19 años, en 1999.
Ese año, el golfista guipuzcoano José María Olazábal conquistó su segundo Masters, y García salió al campo a practicar con su padre, Víctor, de caddie y en compañía del ganador de catorce grandes Tiger Woods y del difunto Severiano Ballesteros, que este domingo habría cumplido 60 años.
En los 19 años siguientes, este primer grande de la temporada se convirtió en varias ocasiones en su espada de Damocles, pero el golfista de Burriana parece haber iniciado finalmente su reconciliación con el Masters y su aceptación de las penalidades del caprichoso recorrido de Augusta National.
"Estoy intentando mejorar cada día y aceptar las cosas que van ocurriendo. Si te vas enterrando en el hoyo durante toda la vuelta, llegas al 18 y te das cuenta de que se ha acabado sin haber mejorado nada", dijo García, que ha hecho por primera vez en su vida tres birdies en los tres primeros hoyos de Augusta.
"No tiene nada malo, es el mejor del mundo. Me recuerda a mis ídolos futbolísticos como Zico", dijo el futbolista Luis Figo, admirador de Sergio García, que le sigue en Augusta en lo que podría ser su primera victoria en un grande.
"Sigue teniendo la sonrisa de niño travieso como si sintiera que todo es posible. Si el juego se le pone de cara, se va a comer el Masters", dijo a Efe por su parte el cocinero José Andrés, otro de los seguidores en directo que esperan una hazaña histórica del castellonense en Augusta.
Mientras García se consolidaba en la cumbre de la clasificación, el joven vizcaíno Jon Rahm, que se estrena esta semana en el Masters, iba recuperando posiciones y terminó la segunda ronda entre los diez primeros.
"Es un grande y es normal que estés nervioso. Solo tienes que pelear y mantener la fuerza mental", dijo el golfista de 22 años de Barrika, al que las rachas de viento y la velocidad de los greenes no impidieron anotarse una de las mejores vueltas (-2) de la segunda jornada y terminar con -1, a tan solo tres golpes de los líderes.
Por su parte, el golfista guipuzcoano de 51 años José María Olazábal ha terminado la segunda ronda con un resultado acumulado de +9, que pone fin a su vigésimo octava participación en Augusta National, donde se ha enfundando dos veces (1994 y 1999) la chaqueta verde de ganador.
El cuarto español en el Masters, el grancanario Rafa Cabrera Bello seguía esforzándose por sobrepasar el corte provisional de +6, que le permitiría jugar el fin de semana, cuando le quedaban seis hoyos por jugar.
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