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Sergio Ramos tendría que ir a la Eurocopa hasta cojo

Sergio Ramos es un jugador con numerosas cualidades, como ha demostrado a lo largo de su carrera, pero quizás lo más relevante es que provoca una idolatría transversal. Porque hasta

Sergio Ramos es un jugador con numerosas cualidades, como ha demostrado a lo largo de su carrera, pero quizás lo más relevante es que provoca una idolatría transversal. Porque hasta los más fervientes antimadridistas lo querríamos siempre en nuestro equipo. Siempre. Y como la selección nacional es el equipo de todos, o debería serlo, resulta lógico que este lunes muchísimos aficionados al fútbol nos hayamos quedado ojipláticos al enterarnos de que Luis Enrique ha decidido no convocarlo para esta Eurocopa de 2021.

Ramos es un emblema indiscutible para los seguidores de la selección y para los aficionados al fútbol en general. Pero sobre todo es emblemático para sus propios compañeros. Su veteranía, sus batallas y su casta en el campo hacen que sea un jugador sencillamente incomparable, sobre todo ahora que la mayoría de su gloriosa generación ya no puede o no quiere defender a España. No contar con él, con el capitán de este equipo, es un error monumental de Luis Enrique.

El técnico asturiano arguye para justificarse que el de Camas no ha podido competir desde enero por las lesiones. Frágil argumento, porque las lesiones no han sido de extrema gravedad, porque estamos ante un jugador de sobradas cualidades físicas y porque la Eurocopa empieza ¡en veinte días! Dicho de otra manera: un portento físico como Sergio Ramos podría llegar más fresco y más en forma que la mayoría de sus compañeros.

¿No era más sencillo llevarlo, probar qué tal estaba y, en su caso, dejarlo en el banquillo pese a que se pudiera crear polémica por esa hipotética decisión?

En el lugar de Ramos acude al torneo un Laporte que ni siquiera ha debutado con la selección. Ocurre además que Luis Enrique ha decidido llevar al torneo a 24 jugadores cuando podía convocar a 26. O sea, deja dos plazas libres pero no cuenta con el símbolo más potente de esta selección. ¿No era más sencillo llevarlo, probar qué tal estaba y, en su caso, dejarlo en el banquillo pese a que se pudiera crear polémica por esa hipotética decisión? ¿No está claro que en caso de seguir lesionado simplemente tendría que conformarse con no jugar pero su presencia ayudaría al equipo por su dilatada y exitosa experiencia en este tipo de torneos?

Huelga decir que la controversia por el hecho de que no haya ningún madridista en la lista de convocados es absurda. Sólo hay que ver cualquier alineación del Madrid o repasar cómo ha sido la temporada para entender por qué otros jugadores del equipo blanco no estarán en la Eurocopa. Pero lo de Ramos no tiene explicación. Ni racional ni pasional, que es la que importa en esto del fútbol. Porque la verdad es que la mayoría, si estuviéramos en el lugar de Luis Enrique, llevaríamos a Ramos hasta si estuviera cojo.

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