El Manchester City de Pep Guardiola ha roto los sueños europeos del Sevilla, tras tirar por tierra la heroica de los chicos de Mendilibar y ganarles en la tanda de penaltis la Supercopa de Europa. El partido durante los 90 minutos no pasó del empate a uno y tuvo que decidirse en la lotería final.
El conjunto hispalense hizo todo lo posible por obrar el milagro, llegando a adelantarse en la mitad mitad. Si embargo, el City demostró lo duro que es competir contra el campeón de Europa y ganador de un triplete la temporada pasada. Todo se tuvo que decidir desde el punto fatídico, donde el defensa sevillista Gudelj falló el penalti decisivo.
Un Sevilla correoso sorprende a Guardiola al principio
Atenas ha sido testigo de la primera final europea de la temporada, la cual ha enfrentado a Sevilla FC y Manchester City por la Supercopa de Europa. El conjunto español acudía a este encuentro como vigente campeón de la UEFA Europa League, mientras que los 'cityzens' llegaban como los vencedores en la pasada edición de la Champions.
Sobre el papel, el favorito era el equipo dirigido por Pep Guardiola por su atractivo estilo de juego y por todo lo que lograron la temporada pasada. A pesar de la baja de De Bruyne, los 'sky blues' acudían a la cita con la vitola de favorito y con el peligro del siempre temible Erling Haaland. Con lo que no contaba seguramente es con lo correoso que iba ser el rival que esta noche ha tenido en frente.
Se preveía un dominio claro de la posesión de pelota por parte del City y eso fue lo que pasó. Sin embargo, ese poder de la pelota no se tradujo en ocasiones de clara de gol. Esto fue aprovechado por el Sevilla de Mendilibar que gracias a su gran solidez defensiva y la rentabilización de sus ataque en transiciones rápidas, pudo ponerse por delante en el marcador en el minuto 25 de la primera mitad gracias a un gran gol de cabeza del delantero marroquí En-Nesyri.
La Supercopa de Europa se la llevó el City en los penaltis
La segunda parte de la Supercopa de Europa comenzó con un Manchester City indeciso y con falta de claridad en su juego. Sus posesiones seguían siendo estériles y sin generar grandes ocasiones de gol, junto con imprecisiones a la hora de dar los pases. El Sevilla jugó la segunda parte con hasta incluso más intensidad y juego que en la primera mitad. Nada más comenzar los segundos minutos, concretamente en el 48, el conjunto hispalense tuvo una oportunidad muy clara después de una contra dirigida por el argentino Lucas Ocampos y que no pudo concretar En- Nesyri.
Durante la segunda mitad, el partido estuvo más abierto y más loco. Parecía que era el Sevilla el que tenía que buscar con ahínco el empate y no el City. A base de contragolpes y ataques frenéticos, el equipo dirigido por Mendilibar era el que llevaba la iniciativa hasta que llegó el gol del empate de los de Guardiola. Un gran gol de cabeza de Palmer, canterano 'cityzen', ponía las tablas en el marcador y cambiaba las tornas en el devenir del partido en minuto 63.
A partir de la igualada, el City pasó a llevar la batuta del encuentro y se empezó a ver a un Sevilla más sometido y embotellado en su área. En los últimos 10 minutos de encuentro, ambos equipos decidieron echar el resto para intentar romper el empate que marcaba el luminoso y no decidir la final de la Supercopa de Europa en una tanda de penaltis.
Finalmente todo se tuvo que decidir desde los once metros, donde la suerte cayó para el lado del Manchester City de Guardiola. De los 10 lanzamientos que se lanzaron en la tanda los ingleses anotaron sus 5 correspondientes, mientras que el Sevilla erró el último de sus lanzamientos a cuenta del defensa serbio Gudelj al mandarlo al larguero. Lo que los penaltis le dieron a los hispalenses hace unos meses con su séptima Europa League, este miércoles se lo han quitado.
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