Es lo que quieren los aficionados al fútbol: un sistema de pago por visión (pay per view, dirían los modernos) con un coste de unos dos euros por partido. Y ese es el camino por el que indefectiblemente tienen que transitar los todopoderosos poseedores de los derechos televisivos del fútbol si quieren que los fans en general y los más jóvenes en particular sigan consumiendo partidos del deporte rey.
No es un deseo o un invento de un servidor, que paga religiosamente el pastizal que cuesta ver todo el fútbol en España. Es el resultado de un reciente análisis que ha hecho Smartme Analytics sobre LaLiga basado en una muestra a 2.504 seguidores y usuarios de la app móvil del campeonato patrio. Los resultados de este informe se conocieron la pasada semana, si bien la mayoría de medios que lo recogieron optaron por destacar que los aficionados prefieren ver LaLiga a la Champions League. Pero entre líneas hay datos más que reveladores.
Un 88% de los encuestados aceptaría el citado sistema de pago por visión con los partidos al módico precio de dos euros. Entre otras cosas porque seis de cada diez de estos usuarios de la cosa balompédica consideran caros los paquetes cerrados para ver LaLiga que ofrecen los diferentes operadores. O sea, Telefónica, Orange y compañía cobran demasiado por los partidos según sus propios clientes potenciales. Esto lo sabían hasta los murciélagos de la cueva de Batman, pero ya era hora de cuantificarlo.
Decíamos que de este análisis se destacó sobre todo que la mayoría de aficionados prefiere LaLiga a la Champions. Sin embargo, si se segmentan las respuestas por edades, puede verse que el campeonato nacional goza de bastante menos popularidad (un 28% lo elige como favorito) en la Generación Z (los nacidos entre 1996 y 2012); en dicho grupo de edad hasta un 46% prefiere la competición continental. Es decir que los más jóvenes sí miran más a Europa y menos a España en lo concerniente al fútbol.
Resulta obvio, y los resultados de este estudio así lo respaldan, que para que el fútbol siga atrayendo a los jóvenes y a los no tan jóvenes hay que cambiar unas cuantas cosas en la forma de emitirlo
En el contexto de la conocida dictadura de los derechos televisivos y del amago de ese artefacto llamado Superliga, se ha hablado largo y tendido sobre el consumo del fútbol por parte de los más jóvenes. Los hacedores del estudio señalan "los cambios de tendencia que se empiezan a evidenciar", dado que las generaciones más tempranas se distraen con más facilidad durante los 90 minutos de un partido y necesitan "más acción".
Resulta obvio, y los resultados de este estudio así lo respaldan, que para que el fútbol siga atrayendo a los jóvenes y a los no tan jóvenes hay que cambiar unas cuantas cosas en la forma de emitirlo. Una de ellas sería ofrecer ese pago por visión con precios asequibles. Otra sería aumentar los canales de emisión -aplicaciones, plataformas nuevas, etcétera-. Por supuesto, está pendiente mejorar la forma y el fondo de las retransmisiones, que salvo por un par de innovaciones se siguen haciendo ahora igual que hace diez años. Adaptarse o morir. Porque es hora de asumir que el fútbol del mañana, aunque será el juego de siempre, se verá de otra manera o no se verá.
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