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La Super Bowl: una fiesta deportiva mucho más que rentable

La madrugada del domingo 11 al lunes 12, los San Francisco 49ers, uno de los equipos más laureados,y los actuales campeones, los Kansas City Chiefs, se enfrentarán a partir de las 00.30 horas españolas para saber quien será el campeón de los Estados Unidos

Cuando una piensa en Estados Unidos, uno idea a esa gran superpotencia, como coloquialmente diríamos en España "todo a lo grande". Cuando EEUU se propone algo lo hace a lo 'bestia' y si no, sencillamente no lo hará. Así ha sido siempre y así será.

Un claro ejemplo de ello es el futbol americano y su archiconocida Super Bowl. El partido que decide el campeón de la temporada de fútbol americano cada año, pero, sobre todo, un acontecimiento que paraliza Estados Unidos y ha ido elevándose hasta la categoría de fiesta nacional. Es seguida por todo el globo por fanáticos de los equipos participantes o, simplemente, por aquellos deseosos de vivir la experiencia aunque no comprendan en exceso la práctica del deporte rey estadounidense.

Sea cual sea la franja horaria que ocupe en las diferentes naciones donde se retransmite este partido, un amplísimo número de seguidores siguen el encuentro por todo el planeta. De sobra es sabido que una de las grandes aspiraciones del ser humano es visitar Estados Unidos, y poder vivir una Super Bowl en directo es una experiencia única en la vida al alcance de pocos.

La 58 edición de la mayor fiesta del deporte mundial

El próximo 11 de febrero a partir de las 00.30, hora española, se enfrentarán los San Francisco 49ers, uno de los equipos más laureados, con cinco títulos -el último fue hace 29 años-, y los actuales campeones, los Kansas City Chiefs, que suman tres coronas y tienen la ocasión de repetir victoria, algo que no ocurre desde que en 2005 lo consiguieron los Patriots de New England.

Los Chiefs, finalistas en la primera edición del torneo en 1967, derrotaron en 2023 a los Philadelphia Eagles por 35-38 después de una espectacular remontada en el segundo tiempo de la mano de su estrella, el ‘quarterback’ Patrick Mahomes.

Primera vez en Las Vegas

Sin duda alguna, esta edición de la Super Bowl tiene todos los ingredientes necesarios para ser recordada como una de las más emblemáticas de la historia de este deporte.

Este año se celebrará por primera vez en Las Vegas, Nevada. El Allegiant Stadium de Paradise debutará como sede del el máximo evento de futbol americano, con una capacidad para 65.000 espectadores y bajo el cartel de ser el segundo estadio más caro de la historia con un valor de dos mil millones de dólares. La ciudad del pecado, conocida por antonomasia por el ocio nocturno, será un destino más que atractivo para los espectadores que viajen.

Se espera que los aficionados desplazados a la ciudad comiencen a llegar días antes del próximo domingo, fecha en la que tendrá lugar el partido. Una cifra de visitantes que se calcula, según datos de la propia NFL, que será alrededor de 100.000 turistas, siendo un 70% de ellos fanáticos locales y un 30% turistas internacionales.

Cabe destacar que Las Vegas es una de las ciudades más baratas para visitar en EEUU, gracias a su amplia variedad de complejos hoteleros. No obstante, se espera que la Super bowl LVII generará alrededor de 600 millones de dólares en ganancias económicas para la anfitriona.

La edición con las entradas más caras de la historia

Como decimos, asistir a este evento no está al alcance de cualquiera, ya que, además de ser complicado de conseguir entradas debido a su gran demanda, el precio de estas suele ser bastante elevado. Asimismo, la edición que nos ocupa, la del 2024, tendrá el aliciente de que será la vez que más caros se vendan sus boletos.

Y es que, las entradas para presenciar en vivo la 58 edición de la Super Bowl oscilaran desde los 6.000 dólares la localidad más barata pudiendo llegar a los 58.000, en los casos más caros y exclusivos.

Un coste completamente diferente y elevado con aquella primera edición de 1967 en la que el coste de las entradas oscilaba alrededor de los 12 dólares, teniendo un valor de 112 la zona más cara.

La publicidad, el mejor aliados de los ingresos

La Super Bowl es el evento deportivo más seguido por los telespectadores de todo el mundo, únicamente seguido por los Juegos Olímpicos. Este hecho le hace ser uno de los mejores aliados para los anunciantes que ven este partido como un gran escaparate para sus marcas.

No obstante, anunciarse durante este partido no es ni fácil ni barato. Según datos de Kantar, emitir un comercial de una duración máxima de 30 segundos durante el encuentro cuesta a un anunciante 7 millones de dólares. Un millón más que en la edición de 2023 y casi un 26% más que en 2020.

Las apuestas, una fuente de ingresos más que sorprendente

Otra de las mayores fuentes de ingresos que emanan de este partido son las casas de apuestas. El público podrá pujar a cualquier cosa referida con el partido, ya sea desde el resultado, al mayor anotador del encuentro, pasando por la primera canción que cantará el artista.

Según datos de la Asociación de Juego de Estados Unidos, se estima que un total de 16 millones de personas apostaran en algo referido a esta edición de la Super Bowl, dejando un montante estimado de 50 millones de dólares.

Un despilfarro de comida y analgésicos

Después del Día de Acción de Gracias, es la segunda fecha en la que se gasta más comida en USA. Un total de 82 millones de dólares se dejan los estadounidenses en alitas de pollo. 225 millones de nachos y 227 millones de patatas son consumidas la tarde-noche del partido.

Domino’s Pizza vende 1.2 millones de pizzas el día del Super Bowl. Su mejor día del año en ventas; también Papa John’s Pizza incrementa sus ventas en un 50%. Cerca de mil 200 millones se gastan en cerveza y mil millones en vinos y licores. Una demanda del 350% más con respecto al resto del año.

La venta de medicamentos se incrementa en 20%, en especial aspirinas y protectores de estómago. Este espectáculo se suele ver más en hogares que en bares, ya que refuerza la idea que tiene la sociedad americana de evento familiar.

La bomba se suelta en el descanso

Lejos de lo estrictamente deportivo, la Super Bowl es también un evento sin igual, ya que, durante los 15 minutos que dura el descanso, tiene lugar un concierto con las voces más importantes del planeta. Este formato se adoptó en 1993 y lo inauguró el mismísimo Michael Jackson.

Desde entonces, personajes como Paul McCartney, Lady Gaga, Rolling Stones, Eminem o Diana Ross han poblado los escenarios de las distintas ediciones de la Super Bowl con las mejores y más espectaculares performances, sorprendiendo a todos los espectadores del mundo.

Contar con estos intérpretes de renombre internacional, hace del intermedio de la Super Bowl uno de los mayores alicientes de este partido. Cabe destacar que este concierto lo patrocina Apple, lo que hace que la organización del evento ingrese una alta cantidad millonaria por patrocinio de la empresa de la manzana mordida.

El rapero estadounidense Usher recogerá este 2024 el testigo de Rihanna el Allegiant Stadium de Las Vegas. Algo que para el intérprete local es un "honor" que le llevará a presentar una actuación "distinta" a lo que sus fans han podido ver en sus conciertos.

No obstante, a pesar de lo que se puede llegar a imaginar, los cantantes no cobran por estas actuaciones. En un acuerdo entre la NFL y los cantantes, será la organización quien se haga cargo de los costes de estos espectáculos, que pueden llegar a alcanzar cifras cercanas a los 10 millones de dólares.

El mayor beneficio que reciben los artistas encargados del show del descanso, se basa en la cantidad de publicidad y la fama que genera el evento a nivel mundial. Teniendo en cuenta que esto repercutirá positivamente en las ventas y visualizaciones de las canciones del intérprete, así como entradas de futuros conciertos. 

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