Corría el minuto 85 del partido entre Deportivo y Atlético y Fernando Torres caía desplomado al césped de Riazor tras un encontronazo feo con Bergantiños. Las escenas de preocupación se sucedieron, con su compañero Giménez pidiendo, incluso, una ambulancia entre lágrimas.
Torres se mantuvo un par de minutos rodeado de las asistencias hasta que un gesto de Gabi, pulgar arriba, tranquilizó al respetable de Riazor, que rompió en aplausos después de unos instantes de enorme inquietud.
El delantero colchonero fue evacuado en una ambulancia que entró al césped del coliseo coruñés, rumbo a las primeras exploraciones médicas en un hospital cercano.
Fuentes cercanas al jugador informan de que el fuenlabreño sufrió un fuerte golpe en el cuello, pero que iba hablando en la ambulancia. Traumatismo craneoencefálico y esguince cervical con pérdida de conocimiento. Se le colocará un collarín, se le harán más pruebas y pasará la noche en observación.
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