Hace unos días un centenar de asociaciones del ámbito educativo y social presentaban en Madrid la Plataforma por las Libertades, proclamando un maniiesto que denuncia la vulneración de libertades que supone lo que denominan "dictadura de la Ideología de Género".
En dicho manifiesto se puede leer: "La libertad en España se encuentra hoy amenazada. Bajo el pretexto de perseguir la discriminación por razón de orientación sexual, o de combatir la “LGTBIfobia”, diversas Comunidades Autónomas están aprobando leyes totalitarias que, lejos de promover la igualdad y no discriminación, tratan de imponer una ideología implacable y anticientífica, atentando a su vez contra la libertad de padres, educadores, periodistas, profesionales de la sanidad, y en fin, contra las libertades de todos los españoles que están reconocidas como derechos fundamentales en la Constitución y en los convenios internacionales de Derechos Humanos"
Entre los firmantes se encuentra la Universidad Católica de Murcia (UCAM), la llamada universidad del deporte. Su fundador es José Luis Mendoza, propietario de la misma, además de misionero en la República Dominicana y padre de 14 hijos. En palabras de Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español, "un gran benefactor".
15 medallas en Río
La UCAM se ha convertido en el principal mecenas del deporte español. Y lo ha hecho de dos fromas, a través de becas y con tutorización deportiva para compaginar estudios superiores y carrera deportiva. Y por otro lado, con un patrocinio económico indispensable para atletas de primer nivel del deporte español. Hasta el punto que en los últimos Juegos Olímpicos 15 de las 17 medallas españolas fueron logradas por deportistas relacionados con la UCAM. Entre sus 'patrocinados' destacan Mireia Belmonte, Saúl Craviotto, Carolina Marín, Maialen Chourraut, Ruth Beitia, Artemi Gavezou, Lidia Valentín, Joel González...
La Plataforma de la Libertad está liderada por la exdiputada del Partido Popular, Lourdes Méndez, quien ha manifestado que "todos los gobernantes, de uno y otro signo, se han plegado a las consignas de los grupos de presión LGTB". Ahora resta conocer la reacción de los atletas al posicionamiento social e ideológico de la institución que les financia y que ataca en ataca, en algunos casos, a colectivos a los que pertenecen o con los que conviven habitualmente con naturalidad.
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