Roman Zozulya ha durado menos de 24 horas como jugador del Rayo Vallecano. Horas después de concretar su llegada al club, cedido por el Betis, la reacción de una parte de la afición vallecana le ha obligado a renunciar. Se vuelve para Sevilla.
Zozulya acudió este miércoles a las oficinas de la Ciudad Deportiva del Rayo y, al entrar, fue recibido con insultos por parte de algunos aficionados, que también portaron pancartas en contra del ucraniano, al que acusan de tener ideología neonazi.
La tensión que se vivió a lo largo de la mañana con esta incorporación de Zozulya derivó en la llegada de varias furgonetas de policías antidisturbios, que intentaron desalojar de la Ciudad Deportiva a algunos de esos aficionados que previamente mostraron su descontento con el jugador.
En la misma Ciudad Deportiva, el agente del jugador confesó que Zozulya se está planteando abandonar el Rayo al no querer estar en un sitio donde no es querido.
Zozulya, que procede del Betis, también tuvo una llegada rodeada de polémica hace unos meses a Sevilla, debido al apoyo que siempre ha mostrado al ejercito de su país e incluso en algunas fotos en la que aparece vestido de militar y empuñando un arma.
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