Rafa Nadal afronta este 2017 con la clara intención de recuperar su mejor versión para volver a ser ese jugador que ha sido capaz de conquistar catorce Grand Slam. Es innegable que el factor mental ha afectado mucho al juego de Rafa Nadal en la pasada temporada. Fue el mismo el que aseguró pocas semanas antes de que finalizase la temporada 2015 que “por primera vez en mi carrera profesional no he sido dueño de mis emociones en la pista, no he tenido el control de mis nervios, he pasado malos ratos, pero lo he superado”. Pese a que en el último tramo de la temporada se pudo ver una versión muy mejorada de Rafa Nadal, la realidad es que el jugador de Manacor necesita recuperar la fe absoluta en su juego. Esa que le llevó a conquistar nueve Roland Garros. Esa que le convierte en un tenista único y capaz de casi cualquier cosa.
Encadenar victorias ante rivales de primer nivel
Si algo ha caracterizado el juego de Rafa Nadal a lo largo de los años han sido las sensaciones. El tenista balear no es un jugador de inspiración ni de momentos. Es un tenista que necesita recorrido y victorias para ser capaz de alcanzar su mejor nivel. Un nivel que solo es capaz de desarrollar con la concatenación de victorias importantes que le lleven a ese punto de forma que necesita para desplegar su mejor tenis. En este 2016 apenas ha obtenido victorias ante Top 10 a lo largo de la temporada, y cuando lo ha hecho, lo ha conseguido de modo aislado. Que Rafa Nadal encadene victorias importantes es el trampolín que necesita para volver a desarrollar su mejor tenis.
La humanización de Novak Djokovic
Pocas temporadas en la historia del tenis han estado tan dominadas por un jugador como lo fue la de 2015 por Novak Djokovic. El vigente número uno del mundo es un jugador casi intratable. "Por el momento Novak es casi invencible. Lo único que puedo hacer ahora es felicitarle. Así está la cosa ahora. No sé qué pasará en el futuro", explicó el jugador de Manacor. Buena parte de la recuperación de Rafa Nadal pasa por la humanización del tenista de Belgrado, que ya en el pasado fue un tenista que derrotó al jugador español en siete finales de modo consecutivo en 2011.
Que la derecha vuelva a mandar
Son muchos los grandes golpes que definen el juego de Rafa Nadal, pero ninguno como su golpe de derecha. Una derecha que le ha permitido ganar muchos partidos. El dominio que ejerce Rafa Nadal desde el fondo de pista se basa en gran medida en su capacidad de colocarse de derecha para controlar el tempo de los intercambios. Para ello, no solo necesita estar físicamente bien para ejecutarlo con una gran carga de efecto, también le hace falta estar fresco y rápido de piernas para poder invertirse con facilidad. Si Rafa Nadal es capaz recuperar la mejor versión de este golpe sus opciones de recuperar su mejor versión crecerán exponencialmente.
Moyá, a su lado
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación