El actor Willy Toledo parece haberse creído su papel de rojo, polémico e incendiario, y ni siquiera se modera cuando le entrevista un diario deportivo para hablar fundamentalmente de fútbol.
Este miércoles el diario Sport publicó en contraportada las declaraciones de Willy Toledo. Entre otras lindezas, confiesa su odio hacia los ricos: "No hay nada más despreciable que un millonario que todavía lo quiera ser más... Yo apoyo, entiendo y defiendo que todos aquellos que pasan hambre quieran saltar una valla, como la de Melilla".
Demagogo de manual, Toledo tira con frecuencia de los más conocidos tópicos progres. Por ejemplo: "El dinero es la principal religión del mundo. Los islamistas son los enemigos excepto si eres el Rey de Arabia; los negros son inferiores excepto si eres Barack Obama. Es una religión mortífera, que provoca guerras, hambre, discriminación. El dinero domina el mundo".
Y lo mismo le pasa cuando habla de fútbol. Porque siempre queda muy bien confesarse del Atletico "¡y del Rayo Vallecano!, pero ante todo soy profundamente antimadridista. Me gusta ir con el débil".
¿Su antimadridismo será un trauma infantil? Porque cuenta que "de niño, con 12 años, hice una prueba con el Real Madrid. ¡No toqué pelota! Me gustaba mucho jugar a fútbol y verlo".
De lo que no entiende mucho es de periodismo. Dice Willy que admira "a los periodistas deportivos porque, a deferencias de otros, tratan de decir siempre la verdad y no suelen dejar salir vivos a los presidentes de clubs". Se ve que ni lee ni oye ni ve muy a menudo la prensa deportiva que se lleva ahora.
Por supuesto, durante la entrevista el polémico actor entra a saco en la cuestión independentista, defendiendo a Cataluña y atacando a España y sobre todo a Madrid.
Afortunadamente, no llega por escrito a los términos insultantes contra la capital del país y contra sus habitantes en los que se expresó en el programa radiofónico El Mon a RAC1: “Vosotros que vivís en Barcelona no sois conscientes de la caspa que hay en Madrid. Es terrible".
“Allí en Madrid son terribles. Terribles -insistió el artista comunista-. "El barrio de Salamanca no lo piso. Por precaución, más que por miedo. Es una zona de nostálgicos del franquismo donde arrasa la extrema derecha del Partido Popular". Y el madridismo que tanto odia el parlanchín Willy Toledo.
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