Si hay alguien que está en boca de todos los aficionados del deporte en estos últimos días, además de los nombres de Rocha, Rubiales o Tebas, ese es Xabi Alonso (con 'b'). La hazaña no merece menos: el Bayer Leverkusen, club alemán dirigido por el técnico español, se proclamó campeón de la Bundesliga por primera vez en su historia.
Pero eso no es todo. El proyecto presidido también por el español Fernando Carro y abanderado en los terrenos de juego por Alejandro Grimaldo y Borja Iglesias ha desterrado la maldición del 'pupas' que rodeaba al Bayer (sin 'n') para poner fin a la tiranía de su eterno rival: el Bayern de Múnich, que encadenaba a su vez once 'ensaladeras' consecutivas. Una racha, la mayor de todos los tiempos en las grandes ligas europeas, a la que, curiosamente, contribuyó el propio Xabi Alonso cuando jugó como local en el Allianz Arena durante tres temporadas, logrando los títulos de 2014-15, 2015-16 y 2016-17.
Toda esta gesta se convierte en un hito sobresaliente si le sumamos, además, que el Bayer no ha perdido ningún encuentro durante esta temporada (25 victorias y 4 empates en los 29 partidos disputados en liga) y aún se mantiene con opciones de sumar dos títulos más: la DFB Pokal y la Europa League. En total, Xabi Alonso podría cerrar una campaña de ensueño con tres títulos, uno más de los que hasta ahora poseía el club germano (una Copa de Alemania en 1993 y una Copa de la UEFA en 1988). Además, también han igualado los 43 partidos que enlazó 'invicta' la Juventus en la 2011-12, récord absoluto en la historia del fútbol europeo que aún puede ampliarse.
Hasta ahí todo son aplausos y elogios para Xabi Alonso. Pero durante estas horas posteriores a la consecución histórica de la Bundesliga del Bayer nadie se acuerda del ex jugador de Tolosa que derribó "la muralla" de Hacienda y que terminó siendo absuelto hasta en cinco ocasiones o de ese Xabi Alonso que se ha construido un chalet de calidad en la localidad vasca de Igeldo, declarado ilegal en 2022.
Las sombras que rodean a Xabi Alonso
En octubre de 2023, el Tribunal Supremo confirmó la absolución a Xabi Alonso de forma definitiva en la causa en la que estaba acusado de defraudar a Hacienda casi dos millones de euros entre 2010 y 2012. La Sala de lo Penal rechazó entonces el recurso de la Abogacía del Estado contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que ese mismo verano ratificó otra absolución del ex futbolista donostiarra y la de dos de sus asesores fiscales.
Los hechos se centraban en el contrato del 1 de agosto de 2009 por el que Xabi Alonso cedió la explotación de sus derechos de imagen a la sociedad Kardzali, radicada en la isla portuguesa de Madeira. Según la Abogacía, este fue un negocio jurídico simulado, concebido como estrategia para defraudar a Hacienda, ocultando de esta forma la correcta tributación de los rendimientos asociados a sus derechos de imagen, delito por el que también fue denunciado en el año 2015.
Durante este tiempo, otras estrellas deportivas como Cristiano Ronaldo, Luka Modrić, Fabio Coentrao, Ángel di María, Radamel Falcão o Ricardo Carvalho optaron por pagar la multa y aceptar la condena por una acusación similar a cambio de anular el riesgo de acabar entre rejas. Pero Xabi Alonso se enrocó y peleó por su inocencia. Tanto él como sus asesores optaron por defenderse hasta las últimas consecuencias siendo absuelto hasta cinco ocasiones.
De esta manera, el Tribunal Supremo recordaba los límites derivados del recurso de casación como instrumento procesal para convertir una sentencia absolutoria en una condena y, de hecho, defendió que hay inferencias probatorias que pueden ser susceptibles de un juicio alternativo. Sin embargo, el rechazo de la Audiencia de Madrid, que llevó a negar que el contrato suscrito por Alonso a favor de Kardzali estuviera filtrado por cualquier clase de simulación y, de modo especial, la negación del TSJM del dolor como elemento intelectivo de refuerzo respecto de otras de las operaciones abarcadas por el factum, "cierran cualquier posibilidad de revisión por esta Sala que voltee el pronunciamiento absolutorio". Punto y final en el asunto.
Por otro lado, el pasado mes de febrero se hacía oficial la ilegalidad de su nuevo chalet en construcción en un paraje privilegiado con vistas al mar situado en el barrio de Igeldo, en San Sebastián. Así lo declaraba un juzgado de la capital guipuzcoana, que además ordenaba en ese momento la paralización inmediata de los trabajos y el derribo del mismo. "Su construcción no se ajusta a la licencia concedida por el Ayuntamiento, contraviene la normativa urbanística y excede los permisos municipales", apuntaba la sentencia final.
Los denunciantes, el grupo ecologista Haritzalde y la asociación vecinal de Igeldo, exigían entonces también su demolición. El chalet de Xabi Alonso está prácticamente terminado y se trata de una residencia de lujo que supera los 1.000 metros cuadrados, con sótano y piscina, que se ha construido en una parcela rural catalogada como “no urbanizable”. Pero la historia no comienza ahí.
Todo se remonta a 2015, cuando queda expropiado el caserío Goiatz-Berri, ubicado en el barrio de Martutene, por estar afectado por las obras de la línea de alta velocidad. Sus propietarios solicitan una licencia al Ayuntamiento donostiarra para reconstruir el mismo caserío en Igeldo, alejado unos ocho kilómetros del emplazamiento original. Reciben el permiso en diciembre de 2016 con la condición de "reconstruir" el caserío en el nuevo lugar respetando "toda la configuración original del edificio expropiado". Ahí está el meollo.
En mayo de 2018, el propietario del terreno y de la licencia municipal vende estos derechos por 700.000 euros (100.000 euros por el terreno y 600.000 por la licencia) a Tavaro XXI y siete meses después, en diciembre de ese mismo año, se concede a la empresa de la mujer de Xabi Alonso una segunda licencia para edificar en la mencionada parcela de Igeldo "una reconstrucción del caserío".
La nueva edificación no tiene ninguna similitud con el caserío original expropiado, defienden quienes acusan a Xabi Alonso. El juez aseguró, por lo tanto, que el permiso municipal exigía "si bien no una réplica exacta del caserío original, sí el mayor respeto posible a la construcción general del edificio expropiado". En este caso, añadió en el fallo judicial, si se comparan ambos inmuebles “se aprecia de forma patente y notoria, sin necesidad de contar con conocimientos técnicos, la total divergencia” entre el de Xabi Alonso y el original.
Xabi Alonso apoyaba a Mourinho
Pero mucha gente, no obstante, se queda con el Xabi Alonso que entrenó a las órdenes de José Mourinho en un Real Madrid desafinado de puertas hacia dentro. El entrador luso llegó a poner patas arriba un vestuario al que pedía competitividad y donde no temía sentar a los "grandes jugadores". Pese a que muchos jugadores se opusieron al sistema que Mourinho intentó acoplar durante las tres temporadas dirigiendo al conjunto merengue (de 2010 a 2013), entre ellos Iker Casillas, Xabi Alonso funcionó justamente de forma opuesta: se mostró sólido a la idea del portugués y defendió sus credenciales en muchas ocasiones.
Todo ello le ha llevado a que el mundo del fútbol se acuerde precisamente de la premonición que Mourinho lanzó sobre Xabi Alonso en 2019, cuando le preguntaron por su futuro como técnico. "Aprendió de los mejores. Si poner todo junto, Xabi Alonso tiene potencial para ser un un gran entrenador", afirmaba 'The Special One' en declaraciones para un evento promocional de un juego.
Al César lo que es del César. Mourinho, que de fútbol sabe bastante, acertó de pleno en que Xabi Alonso iba a ser un gran técnico, como también lo fue corriendo y deslumbrando en los terrenos de juego. "El padre de Xabi fue entrenador y él se convirtió luego en un grandísimo jugador. Su posición en el campo y su conocimiento del juego siempre fue muy alto y no tengo duda de que así será también como técnico", sentenciaba por aquel entonces uno de sus maestros.
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