Se despide Xavi Hernández, se va del Barça una leyenda. "Será difícil ponerme otra camiseta. Lo que más he deseado es jugar en el Barça y echaré de menos a todos los amigos que dejo en mi carrera, pero es ley de vida. Es el momento de cambiar de aires". El siguiente paso será jugar en Qatar las próximas dos temporadas, un lugar al que también va para formarse, pues es un camino de ida y vuelta: "No me escondo, mi gran objetivo será volver algún día aquí, de lo que sea".
Xavi se va porque quiere, porque si hubiese preferido terminar en su equipo de toda la vida lo hubiese hecho, la voluntad de la directiva estaba ahí. "Tanto el presidente como la junta directiva me han propuesto una oferta muy buena de renovación, pero creo que es el momento de irme. Es muy difícil porque ya sabéis que soy muy culé y siento mucho a este club", cuenta el mediocentro. No adora los micrófonos, él mismo lo reconoce diciendo que no le gusta hablar de sí mismo, pero sabe que cuando se despide una leyenda tiene que hablar y abrirse. Él, en su última rueda de prensa, lo hizo.
"Tanto el presidente como la directiva me han propuesto una oferta muy buena de renovación, pero es el momento de irme"
Luce una sonrisa y muestra su alegría. "Soy muy feliz, no he podido tener mejor carrera. Estoy muy contento de cómo ha ido la cosa, de cómo he rendido. Tengo una felicidad completa ahora mismo, solamente me queda conseguir los dos títulos que tenemos delante y despedirme de la afición", es agradecido de todos los que marcaron su carrera, desde Van Gaal ("ha sido un técnico poco valorado, con más madurez futbolística lo aprecias") hasta Luis Enrique ("hemos convivido mucho juntos y compartimos anecdotas, ha sido honesto conmigo, siempre va de cara") hasta, por supuesto, Guardiola, con quien tiene "una conversación pendiente".
Guardiola es un nombre fundamental en su carrera por dos motivos. El de Sampedor fue su técnico en el mejor momento de su carrera, que coincide con el mejor Barça de la historia, pero no solo fue un referente en el banquillo, ya que Xavi también le sucedió a él como mediocentro. Ahora se busca otro como ellos para seguir ganando, aunque Xavi no quiere señalar a nadie. "Es difícil que ahora a un chaval le caiga una losa como a mi me pasó. A mí sustituir a Pep me supuso un esfuerzo doble o triple, no diré a nadie como sucesor, el equipo está bien, cuando no juego yo el equipo compite, está por encima de las individualidades".
Xavi no es ni fuerte, ni alto, ni rápido, pero con su visión de juego ha sabido labrarse una carrera única. En su despedida desvela una de las claves de su éxito. "Soy cabezón, mi madre ha tenido mucho que ver", dice para explicar cómo llegó hasta donde llegó. Reconoce la importancia de su madre, la que le llevó a quedarse una temporada más en el Barcelona y la que, probablemente, hubiese preferido que se quedara. Pero ya no toca.
"El Barça seguirá ganando"
Su amor por el fútbol solo es comparable a su amor por el Barça, varias veces en la rueda de prensa habló de su club de toda la vida, el que le ha dado hogar durante 25 años. Su admiración por la institución es casi infinita, como su confianza en ella. "El Barça seguirá ganando. Seguirá siendo muy grande, el club más grande del mundo", enfatiza sobre su equipo de siempre.
Xavi habla de sus compañeros, especialmente de aquellos con los que vivió la última época, la que más títulos le deja. Busquets, Iniesta, Valdés y, por supuesto, Messi. También otros en la selección. A pesar de todo sabe que el fútbol no es cosa fácil y el trato con los deportistas tampoco. "Por supuesto que nunca es fácil, los futbolistas no somos una especie fácil para convivir, siempre hay problemas", explica el mediocentro.
"Se ha demostrado que los equipos ganadores tienen jugadores de casa, son los que mejor entienden la filosofía"
En los últimos partidos ha visto como el Camp Nou, su estadio de siempre, le pedía que se quedara. Le ha emocionado. "Me han puesto la piel de gallina, no me ha pasado prácticamente en mi carrera y lo han conseguido. Pero estoy convencido, creo que es el momento de irme". La comunión con la grada es total.
A Xavi le quedan tres partidos en el Barça, pero dos de ellos tienen valor de título. Puede irse con una Copa y una Champions más. "Para mí es muy especial este final espectacular de temporada, el guión es insuperable. El sábado podré levantar el título de campeón de Liga, que es la competición más especial, y luego tenemos las dos finales.
Recuerda también la filosofía del Barça, esa en la que encontro el entorno perfecto para su juego. "Hemos ganado con la filosofía de los últimos treinta años, en un momento puede no haber una generación buena, pero futbolistas de casa siempre, se ha demostrado que los equipos ganadores tienen jugadores de casa, son los que mejor entienden la filosofía, al que viene de fuera le cuesta más", diserta sobre uno de sus temas favoritos, la cantera.
El propio Xavi quiere guionizar el recuerdo que quiere dejar: "Me gustaría que se me recordara como un futbolero hasta la médula, apasionado, que lo ha dado todo por el Barça y la selección". Es probable que esa sea su huella, todos los que trabajaron con él le definen como un metódico, un entusiasta del fútbol.
El mediocentro se despide, sin marcar un hat-trick o un gol de chilena (es, dice bromeando, lo que le falta), pero con una sonrisa. "Soy muy feliz, si volvemos a empezar igual no saldría así de bien".
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