Las redes sociales chinas se han llenado de palabras de desdén y de burla en respuesta a un comentario sobre fútbol realizado por el presidente chino Xi Jinping, en el que mostraba su confianza en la capacidad del equipo nacional de fútbol para lograr futuras victorias, durante su visita a Indonesia.
"Espero que nuestros dos equipos nacionales de fútbol lleguen a la final de un Mundial en un futuro cercano", afirmó Xi en una entrevista concedida a un medio indonesio que recoge el diario "South China Morning Post" y en la que se le preguntaba si podía predecir cómo quedarían las formaciones china e indonesia en la ronda clasificatoria para la Copa Asia que se celebrará el mes que viene.
No obstante, la confianza mostrada por el presidente en su equipo nacional no fue correspondida por la sociedad china, que publicaron numerosos mensajes en un tono burlesco y de ironía en respuesta a las palabras del líder. "Esto sí que es un sueño de verdad", señaló un internauta en Weibo, el Twitter chino, haciendo mención al eslogan "el sueño chino" con el que inició su mandato Xi Jinping, y al que otros también hicieron referencia. "Será el último sueño en cumplirse", puntualizó otra internauta, quien se consideró una "leal" seguidora del equipo de Pekín, el Beijing Guoan.
Los comentarios en internet evidenciaron la pasión por el fútbol de los chinos y, a la vez, su gran desapego de los equipos locales, con el que sólo "se suman derrotas", según denunciaba otro usuario por internet, al que otro ciudadano le proponía una solución: "deberían conceder la nacionalidad a jugadores extranjeros para tener un buen equipo nacional".
Ésta no es la primera vez que el presidente Xi Jinping realiza algún comentario relacionado con su conocida afición por el fútbol durante viajes oficiales, recuerda el "South China Morning Post". En su reciente visita a México, Xi lamentó "los malos resultados del fútbol chino, que sólo ha llegado una vez a la fase final del Mundial", en la cual cerró su fase de grupo sin marcar ningún gol y perdiendo los tres encuentros. A pesar de que el fútbol es el deporte más visto en China, su equipo nacional masculino ha decepcionado en numerosas ocasiones a los millones de seguidores chinos.
Las derrotas pero también las ligas manchadas por escándalos de corrupción en los últimos años han desmotivado al público, entre el que circula un famoso dicho popular: "En un país con 1.300 millones de habitantes, no podemos encontrar ni 11 jugadores decentes".
Cuando Xi fue nombrado líder del Partido Comunista de China -y, por ende, meses más tarde, del Gobierno-, un gran número de aficionados evidenció su esperanza en que un líder al que le encanta este deporte pudiera mejorar la situación.
Pero estas esperanzas se vieron frustradas en marzo, cuando el equipo chino cayó hasta el puesto número 109 en el ránking mundial, el peor al que ha llegado en la Historia del fútbol, y sufrió una trágica derrota contra Tailandia -cuyo equipo se situaba 45 puestos por debajo de China el mes anterior-.
Ello provocó el despido de su seleccionador, el español José Antonio Camacho, al que le pagaron en compensación un total de 6,3 millones de dólares (4,3 millones de euros) por romper su contrato.
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