Kseniya Ryzhova y Yuliya Gushchina, dos de las cuatro atletas rusas que formaron el relevo de 4x400 y ganaron el oro este sábado en los Mundiales de Moscú, escenificaron ante sus paisanos y ante el mundo entero una escena que dará que hablar: tras recibir la medalla y aún en el podio, se dieron un apasionado beso en los labios ante la mirada de sus compañeras Tatyana Firova y Natalya Antyukh.
Celebraban así la sorprendente victoria sobre las favoritas y siempre rivales, las estadounidenses, precisamente gracias a un excepcional último relevo de Ryzhova, una de las besuconas.
Pero, alegría deportiva aparte, el gesto cuya imagen dará la vuelta al mundo ha sido interpretado como una muestra de rebeldía contra la ley 'anti-gay' aprobada recientemente por el Gobierno de Vladímir Putin y, a la vez, como una respuesta contundente a Yelena Isinbayeva, mítica pertiguista rusa que hace unos días mostró públicamente su apoyo a la mencionada ley.
Teniendo en cuenta que lo que dicha ley sanciona es la promoción de orientaciones sexuales "no tradicionales", ¿serán castigadas?
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