Dos zarpazos del Athletic Club le han valido para remontar la semifinal contra el Atlético de Madrid, colarse en una final en la que ya esperaba el Real Madrid como primer clasificado y en donde buscarán revalidar su título como supercampeón de España.
Si este miércoles hablamos de frenético ritmo del Madrid-Barça, hoy jueves hemos vivido un somnífero de medianoche a cargo de dos equipos que marcaron por sendos errores de sus rivales. La entrada de Nico Williams alzaría al conjunto de Marcelino García Toral para remontar la corta ventaja de su rival gracias a los goles de Yeray y Nico Williams, que posteriormente harían olvidar el gol en propia meta de Unai Simón tras un balón rebotado que dio en el palo de João Félix .
El conjunto vasco supo aguantar el buen empuje inicial de los madrileños, superó sin peligro en la fase más oscura del partido y dio la vuelta a la tortilla cuando tan solo quedaban nueve minutos para el final. Un guión perfecto para los vascos.
Primera parte
La noche comenzó con buenas sensaciones para el conjunto del Cholo Simeone que sigue sin encontrar las constantes que le hicieron campeón de Liga hace seis meses. Perdió encajando dos goles a balón parado -su propia medicina- y fue incapaz de producir ofensivamente, ni con Suárez, ni con Correa, que lo intentó con más intensidad que el charrúa.
De él fueron las primeras ocasiones de un Atlético que ya había avisado a los 9 segundos con un gol anulado a Joao Félix por fuera de juego. El portugués intentó reivindicarse como titular, algo que no es habitual, y lideró a los suyos en una primera parte muy pobre en el campo contrario. Ambos equipos incluso reclamaron un penalti.
Los colchoneros sobre Lemar, en un recorte que pareció insuficiente cuando fue trabado, y después Kondogbia con un pisotón que no ofreció dudas para el árbitro. Esas fueron las mejores ocasiones de un primer acto que no pasará a la historia.
Segunda parte
En la segunda mitad sí cambió el encuentro gracias al atrevimiento de los bilbaínos.Una valentía que se exageró tras el 1-0, un gol que espoleó a los de Marcelino en lugar de consolidar a los de Simeone. Un córner de Lemar terminó en la cabeza de Joao Félix, que remató a la base del poste. El rebote golpeó a Unai Simón, que no pudo hacer nada por impedir que el gol subiese al marcador. Fue entonces cuando los rojiblancos cavaron su tumba.
Oblak comenzó a hacerse más importante con paradas brillantes y Simeone dio un paso atrás conformándose con la exigua renta para jugar la final. Pero no fue así. Yeray igualó la contienda diez minutos después de haber avisado con una jugada calcada y remató al fondo de las mallas un envío preciso de Muniain. Todo apuntaba a la prórroga.
Sin embargo, Nico Williams estableció el definitivo 1-2 tras aprovechar un rechace en un córner que ajustó a la base del poste. Un gran disparo que acabó siendo definitivo para enseñar las costuras de un Atleti que sigue con dudas y lejos de su mejor nivel.
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