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Zidane (y no el VAR) desnuda a Koeman

Lo fácil es culpar al VAR, pero eso es sólo una burda excusa. Y se lo dice un culé. Hablar del árbitro es una vieja costumbre que siempre adoptan los que tienen algo que esconder

Nada más acabar el Clásico que ganó el Real Madrid por 1-3, Ronald Koeman cargó contra el VAR por el penalti que supuso el gol decisivo de Sergio Ramos. Acaso era una estrategia para tapar sus propias carencias y errores. Porque lo cierto es que fue Zinedine Zidane, y no el videoarbitraje, quien desnudó al técnico holandés del Fútbol Club Barcelona.

Ambos entrenadores quisieron sorprender con sus alineaciones. Koeman apostó por el barbilampiño Pedri, de solo 17 años, en lugar de Griezmann, y colocó a Ansu Fati como nueve. Zidane sentó a Modric y aumentó el físico en el medio campo. Y ahí es donde ganó la batalla. Porque los Valverde, Kroos y Casemiro, con la ayuda de Asensio y Benzema, pudieron con unos centrocampistas azulgranas que en el minuto 65 ya estaban asfixiados, sin fuerzas para correr. Y en este deporte, digan lo que digan los amantes del toque, solo se gana corriendo mucho.

La idea de Koeman era buena y funcionó en principio. Pero al entrenador del Barça le faltaron reflejos para cambiar el planteamiento cuando el Real Madrid se adelantó y para mover las piezas del banquillo. No era necesario quitar a Fati ni dar entrada a un Dembelé que todavía no sabe por dónde le da el aire en el Camp Nou. Zidane sí demostró esa rápida capacidad de reacción cuando apostó por Lucas Vázquez para el lateral derecho ante la amonestación y las molestias de Nacho.

No hubo atraco alguno en el Camp Nou. Y se lo dice un culé hasta la médula como servidor. Hablar del árbitro es una vieja costumbre que siempre adoptan los que tienen algo que esconder

Lo fácil es culpar al VAR, pero eso es sólo una burda excusa. Lenglet cometió un error infantil a sujetar la camiseta de Ramos y eso, en esta época donde las cámaras todo lo ven, es mortal. No hubo atraco alguno en el Camp Nou. Y se lo dice un culé hasta la médula como servidor. Hablar del árbitro es una vieja costumbre que siempre adoptan los que tienen algo que esconder. Desgraciadamente, el Barça de Koeman tiene muchos otros problemas (mala preparación física, desmotivación, dependencia absoluta de Messi, etc) que van más allá de los árbitros. Señalarnos es lo que hay que hacer, ahora que hay tiempo de salvar la temporada.

Zidane gana en Barcelona casi con la insultante facilidad con la que Guardiola ganaba en Madrid. Eso no pasa por casualidad ni por el VAR. Ocurre porque un entrenador sabe motivar a sus jugadores para partidos así y suele acertar al colocarlos donde debe o, en su defecto, al corregir los desaguisados. Esa volvió a ser la clave de este Clásico. Lo demás es literatura. Y de la mala y barata.

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