En esta etapa de tipos de interés 0 y negativos cuesta encontrar rentabilidad dentro del sector inmobiliario. Esto se convierte en un problema para el inversor español al que le "gusta el ladrillo", tal y como explicó Alfredo Gadea, responsable de Banca Privada de Madrid de Ibercaja en un desayuno organizado por Vozpópuli y esta entidad.
Durante el encuentro, al que acudieron 75 personas de sectores profesionales, el experto reconoció que el inversor español tiene un problema porque la renta fija y la variable en este momento no está dando rentabilidad y a ello hay que sumarle el carácter conservador de las apuestas que se realizan en España.
Gadea, preguntado por si es mejor inversión financiera o inmobiliaria, respondió que lo mejor es aunar las dos opciones mediante soluciones que generen la mejor rentabilidad posible.
En este sentido, Carlos Magán, socio de AFI, aseguró también que aún quedan, mínimo, tres años por delante muy complicados debido a los tipos negativos.
El gestor recomendó diversificar las carteras y para ello el ahorrador español tiene que cambiar su filosofía. Una ardua tarea, ya que el cliente siempre 'tira' por la renta fija, que hoy en día, no está dando rentabilidad.
No seguir al rebaño
Pilar García-Germán, directora de ventas de Fidelity, aseguró que al ahorrador le afecta más una pérdida que una ganancia y por ello, muchas veces se toman decisiones que perjudican a la rentabilidad, porque se apuesta por recuperar lo perdido sin parase a pensar que quizás esa inversión puede ir a peor.
Además, agregó que un error muy común es que "se suele invertir en lo que se conoce". El 80% de las carteras suele estar en la zona geográfica que el inversor controla y en muchas ocasiones se están perdiendo oportunidades en otras áreas de otros países de Europa.
La directiva subrayó también la importancia de "no seguir al rebaño". Y por ello, Fidelity suele aconsejar a sus clientes que vayan a contracorriente.
Pilar Martí-Fluxa, senior sales de JP Morgan, también apostó por destacar la importancia de la diversificación de las carteras para reducir la volatilidad. Recalcó que hay multitud de maneras de invertir en ladrillo, más allá de comprarse una casa y puso como ejemplo las socimis, que cotizan en el MAB o en el Mercado Continuo y gozan de liquidez suficiente, por lo que el reembolso está prácticamente asegurado.
En inmobiliario su estimación óptima sería invertir un 50% en Estados Unidos, un 30% en Europa y un 20% en Asia. Además, destacó que la inclusión de activos inmobiliarios a la cartera puede ser compatible con lo mejor de la renta variable.
Ciclo económico
Ruben Bernat, directo Financiero de Quabit, recordó que la inversión inmobiliaria está sujeta al ciclo económico y que el ladrillo, al final, a largo plazo funciona como un activo refugio.
No obstante, reconoció que en los ultimo 15 años el inmobiliario en España ha sido un desastre y que no se debería de tomar como referencia para invertir.
Pedro Lacambra, gestor de renta variable de Ibercaja, expuso otra forma de invertir en ladrillo. El gestor apuesta por entrar en compañías disruptivas, que van más allá del tradicional residencial u oficinas.
Hay sectores como el logístico que ahora está tirando mucho por el auge del comercio online y hay empresas que se dedican a explotar las vertientes más tecnológicas de los inmuebles. Sin duda, se trata de otra forma de invertir en lo tradicional, pero mezclando las nuevas tendencias. Lo que también asegura un buen recorrido en las rentabilidades.
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