“Pesadilla en Blablacar” fue el título de un artículo en el que Sabina Urraca escribió su experiencia con Álvaro de Marichalar en su viaje de Soria a Madrid el pasado verano en el que relataba frases como “desde el primer momento en el que entró en el coche dio la impresión de que estaba absolutamente pirado”, “no sabíamos que estábamos tratando con un ser para el que las palabras 'comunitario', 'solidaridad' o 'respeto' eran ecos lejanos, conceptos de otro mundo”, “no sabíamos que estábamos tratando con un ser para el que las normas y burocracias de la plebe eran una especie de brumilla molesta que le hacía estornudar” o “empezó a flotar una incomodidad extraña, pero sólo para los tres plebeyos. Él se repantigó en el asiento trasero y empezó una sucesión interminable de llamadas de negocios en distintos idiomas. A partir de entonces, y hasta Madrid, fue imposible mantener una conversación normal”. Unas críticas que venían acompañadas del comportamiento inusual de una persona que utiliza ’Blablacar’ ya que hay unas normas comunitarias.
Además, Álvaro se negó a ponerse el cinturón alegando que tuvo un accidente a los 18 años y que casi se queda atrapado por “el maldito cinturón”. Sabina aludía también a sus conversaciones telefónicas: “Sucedieron todas ellas a un volumen tan estridente que no sabía si realmente quería pavonearse de su vida high class o el respeto por los demás no entraba en su cerebro anegado de sangre azul. Todo giraba en torno a propiedades, eventos y euros”.
Las críticas le van a costar caras
Hace unos días Sabina recibió noticias de Marichalar: “Tenía ya olvidado el tema por completo, pero hace unos días me ha llegado a mi domicilio una citación del juzgado en la que este señor me pide 30.000 euros por calumnias y no sé cuantas cosas más. No sé de dónde cree que voy a sacar ese dinero, se lo pediré a mis padres, porque soy freelance y tengo lo justo para vivir”, ha explicado a ‘El Español’.
El acto de conciliación se celebrará el próximo miércoles 15 de marzo pero según Sabina la cosa pinta mal y no cree que haya acuerdo: “Yo no creo que tenga que pagarle ni un duro a ese hombre”. Además, asegura que Álvaro de Marichalar ha mentido en su escrito de acusación: “Dice que estuvo hablando conmigo de la Guerra Civil española y yo no intercambié ni una sola palabra con él en todo el camino”.
En cuanto el artículo de Sabina salió en los medios, Álvaro contraatacó en una carta muy dura que se publicó en un periódico, en el que escribía: “Mal afamada Sabina Urraca, difamar vende en España. Calumniar resulta fácil en nuestro país. Y rentable...” y continuaba con su alegato: “Lo que siento es que hayas hecho tanto daño a las personas que conocen mi realidad y que me han mandado mensajes de indignación durante todo el día (...) A mí ya no me duelen las balas como las tuyas. No tengo miedo de ti; lo siento por ti”.
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