La mala relación entre el rey Juan Carlos I y la reina Letizia viene de lejos, algo que es 'vox pópuli'. El Emérito nunca vio con buenos ojos que "la nieta de un taxista" fuera la novia de su hijo, el rey Felipe VI, y menos que su relación acabara en boda y por consiguiente, terminara siendo Reina de España.
Sobre este tema ha hablado en más de una ocasión que Pilar Eyre y ahora ha aportado más detalles y desvelado las críticas y malos comentarios que vierten los amigos fieles al padre del Rey contra su nuera la reina Letizia e incluso contra su propio hijo, el Rey.
La periodista experta en Casa Real es rotunda y afirma que el círculo del Emérito, "los monárquicos de viejo cuño", "odian a Letizia" mientras que a Juan Carlos I le excusan diciendo que "nadie es perfecto".
Varios amigos del rey Juan Carlos menosprecian al rey Felipe y "odian a Letizia"
Estos amigos fieles al padre del Rey son los mismos, que según Eyre, se dedican a criticar a Felipe de Borbón, diciendo frases como que el padre "es mil veces mejor que su hijo" y le dedican "calificativos desdeñosos envueltos en falsa compasión". "¿Felipe? Un pobre hombre, dominado por su mujer, ¡un calzonazos!".
Otros, lanzan este otro tipo de comentarios: "No tiene el mismo carisma de su padre, ni su inteligencia natural pero es un buen chico..." para luego dar la estocada final: "Claro, que la que manda allí es la nieta del taxista".
La que manda allí es la nieta del taxista
Este círculo de amigos lo forman, "los cortesanos profesionales a los que han barrido del mapa los Reyes actuales" y que con el exilio de Juan Carlos I en Abu Dabi, "se han alejado de los círculos de poder y se muerden los puños de rabia porque ya no pintan nada". Los mismos que le decían al monarca: "Volved, señor, que en España os quieren... Están deseando vuestra vuelta, señor... Nadie os ha olvidado".
Culpan a Letizia Ortiz de todo lo malo que le pasa a Juan Carlos I
Eyre señala en su blog que "en el aquelarre juancarlista", "la peor parada ha sido la Reina" ya que "le atribuyen todo tipo de maldades" y tiene "una lista de agravios impresionante" entre los que están el "condenar al suegro, la que decidió que se fuera a Abu Dabi y la culpable del alejamiento de padre e hijo".
A pesar de ello, Letizia Ortiz sí estuvo en el reencuentro familiar del pasado lunes 23 de mayo, fecha en la que conocimos que la reina Sofía había tenido que mantenerse apartada tras dar positivo en covid justo ese día, pero la periodista asturiana estuvo "a regañadientes, no le dirigió la palabra a Juan Carlos y lo trató con desdén", asegura la escritora, para después hacer alusión a ella como "la republicana camuflada, la amiga de Pablo Iglesias, la feminista".
Entre los rumores que difunden este círculo de amigos está también que Letizia "le hace feos a la nobleza, que tanto se ha sacrificado por la familia real; se burla de las misas y de la religión; pone en ridículo a su marido delante de los amigos; ve a su hija como una rival porque Leonor sí que es princesa de cuna; desatiende a la reina Sofía; a las cuñadas ni siquiera les dirige la palabra...", según Pilar Eyre.
La actitud de Letizia no ayuda y "le falta naturalidad"
La escritora señala que la actitud de Letizia tampoco ayuda porque aunque "digan que en las distancias cortas es encantadora", se sepan sus virtudes, se tome "su trabajo muy serio" y se prepare a conciencia, asegura que la percepción que tienen los españoles de ella es la imagen de "una mujer arrogante, expresión hermética, sonrisa forzada, ademanes bruscos, controladora y poco simpática".
Pilar indica que incluso cuando Letizia está en un acto con niños y habla con ellos, "las criaturas la miran con temor y se refugian en los brazos de su madre. Nunca se la nota ni cómoda ni relajada". Para Pilar, la conclusión es que "le falta naturalidad".
Transmite que es orgullosa, altiva y más 'royal' que los propios 'royals'
La periodista escribe que la esposa del rey Felipe VI "debería dejar el aire orgulloso y la barbilla apuntando a lo alto para las modelos y para Naty Abascal, que no es reina ni falta que le hace, y caminar como una mujer normal. Todos sabemos ya lo que es el lenguaje corporal y nadie quiere ver esa postura que proclama ‘urbi et orbe’ de “soy una diosa”".
Pilar ha hablado de este asunto con la analista en estética política Patrycia Centeno y esta ha sido la conclusión de su análisis: "Su gestualidad es muy altiva, algo sorprendente, ya que, dada su posición de origen, debería transmitir cercanía. Solo se puede justificar por lo insegura que debe sentirse".
La analista ha añadido: "Esa altivez gestual es muy parecida a cuando al principio tenía obsesión por calzar unos tacones muy altos para estar a la altura de su marido y su familia política... Sinceramente, creo que puede estar tranquila y debería relajarse, porque la familia real no está a la altura de ninguna familia humilde que yo conozca".
Pilar Eyre ha comparado a la reina Letizia con otras mujeres pertenecientes a la realeza europea, como es el caso de Mette-Marit de Noruega, Máxima de Holanda y Kate de Inglaterra, que "son de cuna plebeya, pero ellas han aprendido a sacar partido de esta circunstancia para acercar la monarquía al pueblo rompiendo el protocolo de los envarados actos oficiales".
"No es el caso de Letizia, que da la impresión de ser más ‘royal’ que los propios ‘royals’", ha sentenciado Eyre.
Después ha finalizado diciendo: "Es una pena que, siendo una mujer preparada, culta y moderna, no sepa transmitir esos valores para combatir las críticas de sus enemigos, que, para su desgracia, son muchos más de los que se imagina".
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