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Los detalles de la boda de Ana Boyer y Fernando Verdasco en Bahamas

La novia ha escogido la isla de Mustique en homenaje a su padre y para preservar la exclusiva

Ana Boyer, de 28 años, y Fernando Verdasco, de 34, parece que llevan días jugando al despiste con su boda para proteger la exclusiva que tienen pactada con ‘¡Hola!’. Aunque la fecha señalada para darse el ‘sí, quiero’ es este viernes 8 de diciembre, hay rumores que apuntaban a que podría haberse celebrado el pasado día 3 de diciembre. El hecho de que algunos invitados a la boda publicaran fotos una semana antes del enlace hizo levantar las sospechas.

Los novios han elegido las Bahamas para casarse, concretamente la exótica isla privada de Mustique, un lugar especial para Ana por los recuerdos que le trae, ya que allí fue varias veces con su padre, el fallecido Miguel Boyer, y fue donde pasaron juntos las últimas navidades antes de que le diera el ictus. Este destino también fue elegido por Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa para pasar unos días de relax, sol y playa.

Unos 50 invitados y más de 3.000 euros por cabeza

Este destino ha hecho que la lista de invitados se reduzca considerablemente, ya que no está al alcance de todos, y así también sirve de búnker contra los paparazzi y pueden proteger mejor  la exclusiva.

Mustique está conectada con Santa Lucía mediante dos vuelos diarios con su propia flota de avionetas, dispone de dos hoteles, cuatro restaurantes y 87 villas alquilables. La lista de invitados es pequeña, entre 50 y 60, pero casa uno se gastará por cabeza al menos 3.000 euros, sin contar el regalo y la vestimenta.

La organización ha corrido a cargo de los novios pero ellos no asumirán el gasto de los asistentes, que han tenido que adelantar otros 1.400 euros por cabeza, que ingresaron en una cuenta corriente abierta, para que los novios fueran contratando los servicios que necesitarán.

Ana, de Pronovias y el dress code casual de los invitados

En el caso de Verdasco, el deportista correrá con los gastos de estancia de su familia, entre los que se encuentran padres, hermanos, su cuñado, tíos, sobrinos y algún amigo íntimo que no pueda costeárselo. Fernando puede permitírselo ya que es uno de los diez tenistas mejor pagados de este año según la revista 'People With Money'. Sus ganancias están estimadas en 75 millones de dólares y tiene un patrimonio de más de 200 millones de euros.

La hija menor de Isabel Preysler ha elegido un vestido de Pronovias, diseñado por Hervé Moreau, el director creativo. Mientras que Fernando Verdasco ha escogido un traje a medida de Pedro del Hierro.

Los testigos también van con diseños de la firma. Aunque el dress code de los invitados es muy casual, no es obligatorio llevar chaqué, esmoquin ni corbata. Las señoras podrán lucir vestido corto y muchos de ellos se decantarán por el look típico caribeño o ibicenzo de camisa blanca, blazer azul marino y pantalón camel.

Se casaron por lo civil para poder vivir en Doha

La pareja, que lleva cuatro años de novios, decidió dar el paso de casarse por un motivo fundamental, legalizar su situación en Doha, Qatar, donde se encuentra la residencia oficial de Verdasco. Al igual que a otros deportistas de élite, el Gobierno le regala magníficas villas y apartamentos a cambio de la promoción pero se ha de cumplir con las leyes.

En Qatar no está permitida la convivencia marital sin tener los papeles oficiales que demuestren que la pareja está casada legalmente. Su incumplimiento es considerado un delito. Por ello, la pareja se casó hace tiempo por lo civil y ahora les toca celebrarlo por todo lo alto.  

Imagen de la isla Mustique.

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