Ana Obregón ha vuelto a los platós después de ocho meses de lucha. La actriz se ha sentado en el sofá de Volverte a ver para recibir una sorpresa de la mano de un madre que, como ella, lucha por la curación de su hijo.
Patria ha sido la responsable de que Ana estuviera junto a Carlos Sobera. Esta madre de un paciente de cáncer de hígado quería agradecer públicamente a Obregón y a su hijo Aless, el apoyo que están dando a la Fundación Caíco, una asociación que ayuda y coopera con los familiares y pacientes de cáncer infantil.
Pero antes de recibir esta emocionante sorpresa, Ana Obregón quiso abrirse ante el público. Muy nerviosa, la actriz explicaba que el día que su hijo recibió la noticia de la enfermedad que padecía, ella se "permitió el lujo de llorar durante toda la noche".
"Al final tienes que ir a por la luz"
Más allá de esa noche, Ana se puso el mundo por montera y comenzó a luchar esta batalla al lado de Aless: "Es un camino de espinas, te va sangrando los pies, el corazón... pero al final tienes que ir a por la luz".
Y es que ella tiene claro que "lo que no se puede hacer es drama sobre el drama. Una madre o un familiar tiene que estar con la mente fría y tomar soluciones".
Emocionada y agradecida por todo el cariño que ha estado recibiendo, tanto ella como Aless Lequio durante estos meses, la Obregón explicó que el tratamiento marcha bien: "Todo va muy bien, dentro del pronóstico que había va fenomenal", y que hay que tratar de mirar con esperanza a futuro porque "cáncer no es sinónimo de muerte".
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