El culebrón que están protagonizando Enrique Ponce, su exmujer Paloma Cuevas y Ana Soria, la nueva pareja del torero, está siendo casi tan mediático como el "Merlos Place". Tras casi 24 años de casados, el matrimonio está roto y en trámites de un divorcio, al parecer, amistoso.
Tras emitir un comunicado conjunto para lanzar un aviso de que no tolerarán que se digan mentiras sobre su ruptura, el diestro ha expresado que se encuentra "muy ilusionado" con su nueva pareja y no ha dudado en mostrarse varias veces en público para demostrar su amor.
Ana Soria, cansada de ser "la culpable"
Aunque la joven había asegurado que no daría ninguna entrevista, Jose Santiago conseguía en primicia hablar telefónicamente con ella durante siete minutos para Sálvame. Ana, que ha cerrado y abierto su cuenta de Instagram varias veces en los últimos días, quería dejar claro unas cuantas cosas por primera vez.
"Estamos en el comienzo, el futuro dirá", expresaba Ana con un tono bastante enfadado a las preguntas del periodista. Además, el trabajador le aseguraba a la nueva pareja del torero que Paloma en el mes de mayo todavía se refería a Ponce como "marido" y ella no dudaba en contestar tajantemente: "Como ella le llamar no es cosa mía, pero lo suyo llevaba roto dos años".
Ana, que conoció al torero a través de Instagram y que está cansada de que la consideren "culpable de la ruptura", no dudaba en mandar un contundente mensaje a Paloma Cuevas, a pesar de que había dejado claro que no pretendía abrir ninguna guerra contra ella. "Simplemente era un mensaje de vive y deja vivir. He dicho lo que he dicho, pero no más de lo que he dicho", añadía la joven.
Además, El programa del verano de Telecinco también pillaba a la nueva pareja navegando con los padres de ella por las costas almerienses. "Él estaba muy cariñoso y pendiente de Ana, parecía un chico de 20 años. Ella estaba tensa y seria. Se nota la diferencia de edad, parecían padre e hija. Era él quien se volcaba en ella todo el rato", expresaba una testigo que vio al torero y a la joven cenando con unos amigos tras el paseo en barco.
"El amor no tiene edad"
Muchos aseguran que la diferencia de edad a veces puede ser un problema, pero Ana tiene claro que para ella no lo es. La pareja, que lleva unos ocho meses, está muy feliz, pero la joven no puede creer que muchos aseguren que ella es la que ha roto el matrimonio. "Intento que no me vea nadie y pasar desapercibida con el tema", explicaba.
"El amor es libre y la edad para mí no es un problema. Me gustaría tener hijos, pero ni siquiera me he planteado casarme porque soy muy joven y quiero seguir estudiando. No conozco a Paloma y no quiero entrar en ningún tipo de guerra con ella", aseguraba también en la conversación. "En redes he escrito lo que he querido siempre, pero nunca le he mandado un mensaje a ella directamente", añadía Ana. No sabemos qué les depara el futuro, pero, ¡que viva el amor!
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