Andrea Levy se ha encarado con un usuario de Twitter después de que éste le escribiera el desafortunado mensaje: “Te echaba un polvazo y se te quitaba el estrés”. Las críticas contra el tuitero no se hicieron esperar y comenzaron a tacharle de machista, grosero y soez, entre otras cosas.
Después de tal respuesta y del ataque y chaparrón que le vino al tuitero, éste decidió atajar de manera rápida y borró el mensaje pero lo hizo tarde ya que la abogada y política le respondió al momento siendo clara y tajante: “Disculpe, pero Tinder está al fondo a la izquierda. Pruebe ahí. Ah, y mi estrés bien, gracias”. De este modo Levy le invitó a que recurriera a una aplicación para ligar o conocer gente como es Tinder.
https://twitter.com/ALevySoler/status/806874422753820672
Sin embargo, el debate estaba servido en las redes sociales y Levy continuó escribiendo sobre el tema y llevaba a reflexionar al resto de usuarios: “Y te lo pueden decir sin que se les caiga la cara de vergüenza. Pues yo no me callo (...) Puedes callarte y no decir nada. Aguantar un comentario más, uno de tantos. Pero, ¿y si las cosas cambian y se avergüenzan de ello? No me callo”.
https://twitter.com/ALevySoler/status/806879190012325888
https://twitter.com/ALevySoler/status/807162449698889728
Levy ya tuvo que soportar la broma pesada de Pablo Iglesias
La política popular ya ha demostrado que no aguanta las bromas pesadas y menos tolera este tipo de comentarios. Anteriormente ya le ocurrió cuando confesó en ‘El Intermedio’ que se había fijado en un diputado de Podemos que llevaba el pelo largo y no era Pablo Iglesias. Se trataba de Miguel Vila, un ex cámara del Congreso de los Diputados. El líder de Podemos llegó a bromear sobre ello en su intervención en el pleno de investidura declarando: “Si quieren conocerse pongo a disposición mi despacho”. Algo que no le sentó nada bien a Levy como comentó en un programa de televisión: “Me hicieron una broma que me resultaba graciosa pero lo que no puede hacerse es sacar de su contexto de un programa de humor y llevar esa broma a la tribuna del congreso en un momento que requeriría la seriedad de sus señorías”.
No es la única política que ha tenido que soportar comentarios machistas en las redes sociales o bromas de mal gusto, a Begoña Villacís, en 2015, un edil del PP de la localidad madrileña de Galapagar, dejaba caer si la política se había “comido toda una fábrica de bollos” y por ello se estaba “poniendo fondona”. Al final, originó que muchos usuarios, incluso Albert Rivera, se solidarizaran con ella a través de Twitter y el tuitero terminó pidiendo disculpas.
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