Este martes 12 de septiembre comenzó el juicio contra la extenista, Arantxa Sánchez Vicario y su exmarido, Josep Santacana, por el que la Fiscalía pide para ellos cuatro años de prisión por un presunto delito de alzamiento de bienes al ocultar, supuestamente, su patrimonio a través de un testaferro para eludir pagar al Banco de Luxemburgo una deuda de 7,5 millones de euros. En 2015, la mencionada entidad interpuso una querella por lo penal contra la tenista, la triple ganadora de Roland Garros, y su exmarido, por no hacer frente a la deuda.
La primera en llegar al Juzgado de lo Penal número 25 de Barcelona, que es el que se encarga de este juicio oral, fue Arantxa, la triple ganadora de Roland Garros; y minutos después lo hizo su exmarido, Santacana, con el que se casó en 2008 y se separó tras diez años de matrimonio y dos hijos en común. Los dos llegaron acompañados de sus respectivos abogados.
Josep Santacana se dirigió a los medios que les estaban esperando y señaló: "Afronto el juicio bien, con tranquilidad". Además, aseguró que no se arrepiente "de nada". Santacana, cuyo abogado es Juan Segarra, va a intentar salir absuelto del proceso, tirando por tierra la defensa de su exmujer, Arantxa Sánchez Vicario, argumentado que él nunca engañó a la extenista, ni se benefició económicamente de ella, ya que, antes de casarse con él, ella ya era "insolvente".
Además, en una entrevista, Santacana negó que su exmujer tenga una situación económica delicada, indicó que esto lo dice la extenista porque es una estrategia para dar pena en el juicio ya que, según aseguró Josep, Arantxa vive en una "apartamento de lujo" en Miami, muy cerca de Enrique Iglesias, como te contamos más adelante.
Arantxa Sánchez Vicario culpa a su exmarido, Josep Santacana
Durante el juicio, Arantxa Sánchez Vicario se mostró muy nerviosa, incluso lloró durante su declaración y llegó a solicitar unos minutos para beber agua y tranquilizarse. En su declaración, se ha mantenido en su versión -y en su estrategia- que consiste en responsabilizar al que fue su marido de todo. "Nunca he gestionado mi patrimonio porque desconozco cómo", dijo, para después decir que su exmarido "venía y me decía: 'Tienes que firmar aquí y allí', y yo lo hacía porque me fiaba, luego él rellenaba los documentos". Una declaración que recuerda bastante a la de la infanta Cristina en el caso Nóos.
La ex tenista reconoció la deuda que contrajo con el Banco de Luxemburgo y que disponía de bienes para hacer frente a la misma. Al preguntarle la jueza por qué no pagó entonces, Sánchez Vicario respondió: "No la pagué porque mi marido me dijo que no. Hice lo que él me decía. Yo no sabía gestionar. Yo soy jugadora de tenis y no tengo conocimiento de patrimonios ni de sociedades. Yo me fie de mi marido".
"Me decía que antes de dárselo la banco era mejor que nos lo quedáramos nosotros, que él se encargaba de todo, que no me preocupara", declaró.
Sánchez Vicario declaró en el juicio: "Siempre me he fiado de las personas que tenía alrededor, en aquel momento, mi marido que estaba a mi lado". En un principio, Arantxa señaló que fue su padre quien gestionó su dinero pero después le cedió este poder a su marido. "Me he equivocado y por eso estoy aquí", señaló tras explicar que solo tiene estudios de Bachillerato y que, hasta 2009, momento en que su entonces marido, Josep Santacana asumió el control de sus cuentas, había acumulado un patrimonio de más de 20 millones de dólares gracias a su carrera deportiva como tenista.
La ex tenista aseguró que su exmarido nunca le informó de esas gestiones y que ahora está haciendo un "esfuerzo estratosférico" para pagar al banco lo que le debe. Incluso ha destinado hasta 600.000 euros procedentes de los premios que le corresponden como medallista olímpica.
Actualmente, Arantxa Sánchez Vicario vive en Miami (Estados Unidos), da clases de tenis y, con ayuda de sus amigos, intenta completar ese pago. La extenista ha dicho que ha pagado ya 1,9 millones de euros de la deuda que debe al Banco de Luxemburgo.
El abogado de Santacana: "Es imposible que alguien no sepa que se vende la casa donde uno vive"
Tras la declaración judicial, el abogado de Arantxa Sánchez Vicario, el socio de RCD Borja Vives Iborra, ha solicitado que la tenista pueda ausentarse durante toda la semana hasta que lleguen las conclusiones finales.
Por su parte, al salir del juicio, el abogado de Josep Santacana, criticó que la declaración de Sánchez Vicario ha sido "altamente increíble". "No es creíble que no supiera nada, que le estaban vendiendo su patrimonio, sus casas. A mí se me ocurre que es imposible que alguien no sepa que se está vendiendo la casa donde uno vive", señaló a los medios.
¿Qué es lo que pasó con Arantxa Sánchez Vicario y Josep Santacana?
La causa a la que se enfrenta Arantxa Sánchez Vicario, de 51 años, tiene su origen en la deuda que Hacienda le reclamó a la tenista en el año 2009, un año después de haberse casado con Josep Santacana, a pesar de que toda la familia de la deportista se opuso a esta boda. El fisco acusó a Arantxa de haber defraudado más de 3 millones de euros, una deuda a la que, sumados los intereses, ascendió a 5,2 millones.
Para hacer frente a esta deuda, Arantxa pidió un aval al Banco de Sabadell que, a su vez, pidió un aval al Banco de Luxemburgo. Sin embargo, Arantxa nunca hizo frente al dinero que le prestó la entidad bancaria luxemburguesa y la deuda ha ido aumentando hasta los 7,5 millones de euros que le reclaman ahora.
En el escrito de Fiscalía, aparece reflejado que Arantxa Sánchez Vicario, de 51 años, actuó “bajo las consignas de su (entonces) marido” una vez se le notificó la reclamación de la deuda en julio de 2010, según publica Europa Press.
Para evitar el pago de esa deuda, el fiscal sostiene que ambos “idearon un plan consistente en descapitalizar su patrimonio” y vaciaron sus cuentas corrientes. Arantxa Sánchez Vicario y Josep Santacana hicieron “desaparecer” el dinero que la ex tenista había cobrado en créditos y por reportajes. Además, también se les acusa de haber vendido sus propiedades en Andorra y Formentera para no pagar los 7,5 millones de euros que les reclamaba el Banco de Luxemburgo.
El fiscal detalla que la tenista era propietaria y beneficiaria de, al menos, cinco empresas y titular de varios bienes inmuebles que, después de notificársele la deuda con Hacienda, pasaron a estar a nombre de una sociedad uruguaya.
Arantxa Sánchez Vicario se enfrenta a cuatro años de cárcel y 7,5 millones de deuda
La extenista nunca entregó la lista de bienes e inmuebles para que le fueran embargados, por lo que la entidad luxemburguesa decidió ir por lo penal y acusar a la extenista y a su exmarido de alzamiento de bienes o insolvencia punible.
Por todo esto, la Fiscalía solicita una condena a ambos por un presunto delito de alzamiento de bienes o insolvencia punible y pide cuatro años de cárcel y 8.640 euros de multa para Arantxa Sánchez Vicario y para su exmarido, Josep Santacana, además de 6,1 millones en responsabilidad civil.
Los dos se acusan mutuamente del delito. Arantxa reconoce que vendió las propiedades de Andorra y Formentera pero asegura que lo hizo manipulada y siguiendo las consignas de su exmarido. Por su parte, Santacana, señala que él no tiene nada que ver con la gestión del dinero o las propiedades de Arantxa y que, de haber algo, el dinero estaría en Suiza.
Sánchez Vicario asegura que no tiene dinero y sobrevive gracias a la ayuda de amigos
Arantxa Sánchez Vicario en una entrevista reciente a ‘El País’, habló de la delicada situación económica por la que atraviesa tras haber confiado en el que fue su marido, Santacana: "Con lo que he ganado, no poder vivir del tenis es un golpe muy duro que no me esperaba"
La tenista insistió en que fue víctima de su exmarido: "Estaba enamorada. Confié en mi exmarido y me he visto inmersa en esta situación. Mi error, como he dicho otras veces, fue enamorarme. Confié en la persona que tenía al lado, en mi marido, y me la jugó. No voy a tirar la toalla. No lo hice en la pista y no lo haré ahora".
Sánchez Vicario señaló que ahora vive en un piso de alquiler en Miami junto a sus dos hijos, que "lo son todo para mí, son lo que me hace seguir adelante", y aseguró que la mitad de sus ingresos se los lleva el Banco de Luxemburgo, con el que tiene la deuda pendiente.
Arantxa confesó que logra sobrevivir y llegar a fin de mes a duras penas y gracias al dinero que le dan sus amigos. "Doy clases particulares de tenis y, en ocasiones, me contratan para ayudar en la organización de torneos, o como comentarista. Estoy haciendo un esfuerzo económico brutal, que seguiré haciendo toda mi vida. Saco adelante a mis hijos gracias, también, al dinero que me dejan los amigos. Con eso voy tirando".
Josep Santacana asegura que la estrategia de Arantxa es dar pena: "Vive en un apartamento de lujo en Miami"
Tras la mencionada entrevista a Arantxa Sánchez Vicario, Josep Santacana, también se pronunció en el citado medio para defenderse de los ataques de la extenista. "Yo nunca he conocido ni administrado su patrimonio. Todo lo llevaba su familia. Nunca engañé a Arantxa ni me beneficié económicamente de ella. Lo único que hice fue ayudarla a recopilar información para una mejor gestión de su patrimonio inmobiliario. Tenían deudas, hipotecas, en algunos casos embargos. Lo que se hizo no fue ocultar patrimonio, sino desinvertir para poder pagar las deudas", señaló.
Además desmintió que Sánchez Vicario esté pasando apuros económicos, indicó que todo forma parte de una estrategia para dar pena en el juicio. "No es en cierto que Arantxa sufra dificultades económicas. Es una estrategia de cara al juicio para dar pena. Vive en un apartamento de lujo junto a la bahía de Miami, a 200 metros de la casa de Enrique Iglesias. E insiste en llevar a los niños a colegios privados", indicó en 'El País'.
Además aseguró: "Arantxa tiene sociedades, dinero e inmuebles. Siempre ha tenido, y continúa teniendo, su patrimonio oculto".
Josep Santacana recalcó, una vez más, que Arantxa Sánchez Vicario "ya era insolvente" antes de casarse con él. "Ya todo estaba hecho y la mayoría de su patrimonio había desaparecido. Entré en la vida de Arantxa en el momento ideal para buscar un perfecto culpable de todos los errores que habían cometido".
El que fue marido de la tenista durante 10 años indicó: "Cuando Arantxa vio que no podía pagar y pidió explicaciones a su padre y al abogado, le dijeron que tenía un patrimonio de 30 millones. Cuando le llegó el palo [la deuda] estábamos recién casados. Conmigo abrió los ojos y no tuvo más remedio que enfrentarse a la familia".
Arantxa Sánchez Vicario demandó a sus padres por dejarla en la ruina y perdió
Esta no es la única batalla judicial en la vida de la extenista. Arantxa Sánchez Vicario demandó a sus padres y exasesores, al exabogado de la familia, Bonaventura Castellanos, y el economista Francisco de Paula Oro, por haberla dejado en la ruina. Sin embargo, en octubre de 2015, Arantxa perdió el juicio contra sus padres y fue condenada a pagar las costas del proceso judicial.
Arantxa Sánchez Vicario aseguró que, en sus 17 años de carrera, había ganado 45 millones de euros, cantidad de la que no disfrutó nunca, y que sus padres, Marisa Vicario Rubio y Emilio Sánchez, el abogado de la familia y su asesor financiero le habían robado todo ese dinero.
El juez no le dio la razón a Arantxa al considerar que no logró reunir las pruebas suficientes para avalar su denuncia y las pruebas presentadas, en vez de perjudicarlas, tenían el objetivo de preservar su fortuna y no de quitársela, como ella denunció.
Además, tuvo problemas con Hacienda porque las declaraciones de la renta de los años 1989, 1990, 1991, 1992 y 1993 no fueron pagadas por constar su residencia fiscal en Andorra. "Me han dejado sin nada, estoy endeudada con Hacienda y mis propiedades son muy inferiores a las que tiene, por ejemplo, mi hermano Javier, que a lo largo de su vida ha ganado mucho menos que yo", zanja.
Anteriormente, la tenista ya se enfrentó a sus padres en los juzgados ya que presentó otra demanda en Barcelona en el año 2010 que se acabó resolviendo de forma amistosa. Esta guerra familiar la desveló Arantxa Sánchez Vicario en el año 2012 en su libro '¡Vamos!: memorias de una lucha, una vida y una mujer', donde aseguró públicamente, entre lágrimas, que sus padres le habían estafado.
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