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Las lujosas vacaciones de Artur Mas mientras pide aportaciones a los catalanes para pagar multas

El expresidente de la Generalitat asegura que no puede pagar los 5,2 millones de euros que les ha impuesto de fianza el Tribunal de Cuentas, a él y a otras 8 personas más, y ha pedido ayuda a los catalanes para hacerle frente, algo que choca con los lujosos caprichos que se da cada verano.

El expresidente de la Generalitat, Artur Mas, ha asegurado que no hará frente a la fianza solidaria que le han puesto, da por hecho que no podrá pagar de su bolsillo la multa impuesta por el Tribunal de Cuentas de 5.251.948 de euros por los gastos que conllevó organizar y celebrar el referéndum del 9 de noviembre del año 2014. Por ello ha pedido aportaciones a la caja de la solidaridad de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural, asociaciones que trabajan para el referéndum ilegal del próximo domingo.

Mientras Artur Mas pide ayuda a los catalanes con una aportación “a la caja de solidaridad”, -lo que viene siendo ‘hacerse un Lola Flores’- cabe recordar que precisamente no ha llevado una vida austera, sino que ha lleva años teniendo unas vacaciones con todo tipo de lujos.

Si no depositan en 15 días los otros 3,3 millones de euros, Mas y las otros 8 personas denunciadas, verán embargadas sus cuentas y propiedades. Al expresidente podrían embargarle su magnífico piso, de 200 metros cuadrados, situado en pleno centro de Barcelona, con cuatro habitaciones, más la del servicio. Un inmueble que adquirió en 1991 cuando era concejal del Ayuntamiento de Barcelona.

Yates de más de 2.400 euros el día

Desde hace 52 años, Artur Mas veranea con su familia en la localidad costera de Fornells, en el norte de la isla de Menorca, donde aprovecha para navegar. Suele ir unos diez días, la segunda mitad de agosto. A veces se ha alojado en el Hostal-Restaurant S’Algaret de Fornells hasta que en 2013 se compró un apartamento de 90 metros cuadrados en el municipio pero que está a nombre de su esposa, Helena Rakosnik, según datos oficiales del Registro de la Propiedad.

En el verano de 2016, por ejemplo, le pudimos ver pasar un fin de semana, a principios del mes de septiembre, surcando los mares de las Islas Baleares en el yate Baruna. Se trata de un jet privado del año 2007 y con 16 metros de eslora, cuyo precio es de 2.420 euros el día en temporada baja y en temporada alta de 2.904 euros el día, sin contar el combustible. En él caben 11 personas más la tripulación.

En le embarcación estuvo acompañado por su mujer Helena Rakosnik y otra pareja, la formada por su gran amigo el político Jordi Vilajoana, ex secretario general de la Presidencia de la Generalitat de Cataluña, y su esposa. Las dos parejas aprovecharon para pescar con cañas, tomar el sol y hacer snorkel. Como vemos en las imágenes, en 2011, le vimos a bordo de otra embarcación con sus hijos. 

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