Este martes da comienzo uno de los juicios más mediáticos, el de Belén Esteban contra su exrepresentante Toño Sanchís al que le reclama el pago de 500.000 euros, dinero que la colaboradora echa en falta. Este motivo fue el que llevó a Belén a demandarle y romper todo tipo de relación con él, como ya adelantó en PRIMICIA GRITOS el 1 de diciembre de 2015.
En agosto de 2015, Belén comienza a sospechar de la mala praxis de su representante Toño Sanchís. Es entonces cuando Belén comienza a recopilar toda la información y documentos posibles sigilosamente y cuatro meses después, ya se conoce la noticia bomba en 'Sálvame'.
Después de un año y medio de dar sus respectivas versiones, sacar papeles en televisión y exponerse al juicio de la opinión pública, ahora cada uno podrá dar su versión ante el tribunal y poner todas sus cartas sobre la mesa. A diferencia de otras veces, Belén se ha tenido que morder mucho la lengua para no dar pistas en televisión a su enemigo de los documentos que posee y de la estrategia de sus abogados.
Desde que en agosto del 2015 Esteban comenzase a sospechar de las malas gestiones de su representante y amigo Toño Sanchís, el cruce de acusaciones entre ambos no ha cesado.
Belén Esteban interpuso una demanda contra la empresa Lorant SL, que se encargaba de la representación y contratación de la ex de Jesulín de Ubrique. Sin embargo, la televisiva colaboradora no tendría por qué verse las caras con su exrepresentante ya que la única administradora es Lorena Romero, la mujer de Sanchís. Él tampoco está citado como testigo.
Lorena será la encargada de dar las explicaciones pertinentes en el tribunal y la responsable legal de la supuesta deuda del agente, a pesar de que la gestión haya sido realizada por su marido. En la demanda, Belén reclama a la sociedad la cantidad de 500.000 euros por trabajos realizados y no cobrados, como son las galas de ‘Más que baile’ o el docu-reality ‘Los ojos de Belén’.
Belén le declaró la guerra a Toño televisivamente y después en los tribunales, desde entonces los dos han ido a degüello el uno contra el otro. Las costas judiciales que ya se ha gastado Belén Esteban ascienden a unos 100.000 euros entre los que se encuentra el trabajo de abogados, gestores y peritos, etc. para que calculasen lo que habría podido estafar -presuntamente- Toño Sanchís a su antigua representada.
Con todo lo que hay en juego, desde este martes tendremos un nuevo culebrón que dará mucho de sí hasta que se conozca el veredicto final.
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