Después de dos años pérdidas continuadas, Bertín Osborne ha logrado deshacerse del negocio en el que se embarcó hace 14 años y vender sus bodegas de vino que no han logrado obtener los beneficios esperados. Aunque el dueño pasará a ser otro, Osborne mantendrá un mínimo porcentaje y se quedará como consejero de las bodegas Conde de Donadio de Casasola, situadas en Labastida, en Álava.
Las bodegas eran un quebradero de cabeza para Bertín ya que las puso a la venta hace un tiempo, por un valor de 2,5 millones de euros, pero no ha sido hasta ahora cuando ha logrado encontrar un comprador. La operación se inició en abril y por el momento se desconoce la identidad del nuevo dueño y la cantidad que ha pagado por quedarse con la ruinosa bodega del presentador. La empresa arroja pérdidas por valor de 26.998 euros, en su último registro mercantil, en 2015. Un año antes las pérdidas fueron mayores, 49.472 euros.
La empresa, adscrita en La Rioja Alavesa y también a la Denominación de Origen Calificada Rioja, llevaba años sin actividad. La sociedad, que lleva de nombre el título nobiliario que el cantante heredará en el futuro, refleja en su balance financiero deudas con entidades de crédito a largo plazo por un importe de más de 1.800.000 euros en 2015, una cifra que apenas se redujo respecto al año anterior, según ‘Economía Digital’.
Estas bodegas pertenecían a una marca referente de los años 60 que estaban casi abandonadas. En el negocio entraron como accionistas su padre, su esposa Fabiola Martínez y el empresario Álvaro López Carrizosa. El presentador se lanzó en esta aventura tras su experiencia en el sector después de trabajar en Rumasa durante cuatro años vendiendo vino.
Tuvo que cerrar su bar en Valladolid
La aventura hostelera sólo le ha durado siete meses. Bertín inauguró un bar el 1 de abril de 2016 en Valladolid, donde vivió y estudió. ‘El Rincón de Bertín’ pretendía ser una franquicia consolidada y expandirse por el territorio nacional pero por el momento, sus deseos no han podido cumplirse.
En el local se ponía la música del cantante con sus respectivos vídeos en el televisor, estaba lleno de fotos suyas, incluida una de tamaño natural con la iglesia de La Antigua de fondo. En él se ofrecían los productos de la propia línea de alimentación del cantante y podían degustarse tapas con el nombre de sus canciones y productos de su propia marca.
En enero de 2016 colocaron el cartel de ‘Se traspasa’ y anunciaron que se debía a “un cambio en la ubicación del negocio en Valladolid”. Sin embargo sus cuatro trabajadores se fueron a la calle y el único cambio de la franquicia ha sido su apertura en Madrid un mes después de cerrar sus puertas en Valladolid.
Las empresas de alimentación también han dado pérdidas
Bertín Osborne Alimentación, que figura aún como activa, también registró un saldo negativo en su último ejercicio presentado, cosechando pérdidas en 2015 por valor de 75.000 euros. Una situación también en declive si se compara con los primeros años de actividad. En 2009, cuando la firma estaba participada también por el grupo Ybarra, facturaba 10 millones de euros y preveía ingresar el doble al año siguiente gracias a sus marcas El Molino de Bertín y La Almazara de Bertín. Siete años después, en noviembre, el cantante cesaba como administrador único de todas estas empresas.
Entonces Osborne traspasó sus activos y concentró su trabajo en una sola sociedad, Bertín Osborne Selección, conocida también como BOS. Ésta se dedica a la comercialización de casi un centenar de productos, entre los que se encuentran ibéricos, quesos, verduras, roscas congeladas y su producto estrella, ‘los picos’. Esta empresa sí cosecha beneficios. En 2015 rozaba el millón de euros en facturación y cerraba el ejercicio con un saldo positivo de 44.711,21 euros.
Prefiere centrase en televisión y teatro
Osborne ha captado nuevos proveedores y su estrategia consiste en la selección de los mejores productos con un precio asequible. El presentador pretende focalizarse más en televisión y en sus sociedades vinculadas al mundo artístico, Corporativa Eucanor y Crooner.
Otro de los negocios que no funcionó fueron sus inmersiones en el mundo de la ganadería. Bertín tuvo la sociedad Yeguada Osborne, dedicada a la compraventa de reses, ganados y piensos, que se creó en 2009 y se extinguió tres años después.
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