Britney Spears, de 39 años, no puede tomar decisiones por sí misma tan personales como el tener hijos, salir a cenar con su novio Sam Asghari, cortarse el pelo o conducir un coche debido a que está bajo la tutela de su padre desde el año 2008.
Su progenitor, James Spears, de 68 años, actúa como su tutor y tiene un control absoluto sobre sus finanzas y su vida.
La artista internacional compareció ante el tribunal en una audiencia judicial que tuvo lugar este miércoles para tratar de poner fin a este calvario que la incapacita para poder tomar decisiones.
Insistió en que "sólo quiere su vida de vuelta" y señaló que se siente "traumatizada" por el sistema de control al que ha sido sometida.
"No estoy feliz, no puedo dormir. Estoy tan enfadada, es una locura. Y estoy deprimida. Estoy traumatizada. Sólo quiero recuperar mi vida. Quiero terminar con esta tutela sin ser evaluada. Esta tutela me está haciendo mucho más daño que bien. Merezco tener una vida, he trabajado toda mi vida. Merezco tener un descanso de dos a tres años", aseguró.
Britney Spears declaró: "Mi padre debería estar en la cárcel"
Spears acusó a su padre y a su equipo de tutela de negarse a permitirle casarse con su pareja o tener hijos con él.
La situación que vive la considera "abusiva". "Me tienen yendo a terapia tres veces por semana y a un psiquiatra. Realmente creo que esta tutela es abusiva. No siento que pueda vivir una vida plena. Mientras tanto, quiero que este terapeuta venga a mi casa, no estoy dispuesta a ir a Westlake... Me tendieron una trampa enviándome a los lugares más expuestos. Necesito tu ayuda", declaró.
Es por ello que la cantante cree que "mi papá y cualquier persona involucrada en esta tutela, incluida mi gerencia... deberían estar en la cárcel".
Además expresó en varias ocasiones que quería emprender acciones legales contra su familia, y señaló que se habían beneficiado de su tutela. Según los informes presentados, su padre recibe unos 13.400 euros al mes por la tutela y ella tiene que pagar su propio equipo de abogados para enfrentarse a él en los juzgados.
Quiere casarse y tener un bebé
Britney, que es madre de dos hijos, Sean, de 15 años, y Jayden, de 14, fruto de su matrimonio con su exmarido Kevin Federline, relató que su padre le ha obligado a ponerse un DIU (dispositivo intrauterino) como forma de control de la natalidad, por lo que actualmente no puede tener hijos, aunque quiere "casarse y tener un bebé" con Sam.
"Quiero poder casarme y tener un bebé. Tengo un DIU dentro de mí para no quedar embarazada, pero mis tutores no me dejan ir al médico para que me lo quite. No quieren que tenga más hijos", aseguró.
La artista cuestionó el sentido de la tutela legal, una figura que en Estados Unidos se reserva para personas incapacitadas o con enfermedades graves que no pueden hacerse cargo de sí mismas.
Denuncia que le han obligado a trabajar
“No tiene sentido que una persona bajo una tutela legal gane dinero”, señaló la artista que ha denunciado que trabajó obligada en un espectáculo Las Vegas entre los años 2013 y 2017.
La cantante lo ha llegado a comparar con el “tráfico sexual”. “El control que tenía para lastimar a su propia hija le encantaba”, señaló sobre su padre. “Trabajaba siete días a la semana. Era como tráfico sexual. No tenía tarjeta de crédito, efectivo ni pasaporte”, añadió.
Spears denunció que esta figura es como una especie de secuestro del que se beneficia su familia y un grupo de abogados que llevan años recibiendo el dinero que ella ha ganado con su “duro trabajo”.
La fortuna de Spears, valorada en más de 50 millones de dólares, paga todos los costes derivados de esta figura legal. “Solo quiero tener mi propio dinero y poner fin a esto, que mi novio me lleve en su jodido coche”, suplicó.
Su padre la obligaba a tomar litio: "Estaba como borracha"
Otra de las revelaciones que hizo la cantante fue que su padre la obligaba a tomar litio para tratar de estabilizar su estado mental. “Es una droga fuerte. Puedes sufrir una discapacidad mental si lo tomas más de cinco meses”, señaló.
El desequilibrio que le provocó fue tal que, tal y como contó, no podía mantener una conversación. “Estaba como borracha. Ni siquiera podía tener una charla con mi mamá o mi papá sobre nada. Me tenían con seis enfermeras diferentes”, explicó.
Tras la aparición de Britney en la corte, el equipo legal de Jamie Spears emitió un comunicado en el que insiste que quiere mucho a su hija. “Él lamenta ver a su hija sufriendo y con tanto dolor. El señor Spears ama mucho a su hija y la extraña mucho", se puede leer en el comunicado.
Amo a mi hija y la extraño mucho
Unas palabras son muy similares a las que hizo en diciembre de 2020, cuando Spears ya solicitó -tras los problemas de salud de su padre en 2019- que no volviese a ser su tutor. Entonces hizo el siguiente comunicado:
“Amo a mi hija y la extraño mucho. Cuando un miembro de la familia necesita cuidados especiales y protección, las familias deben dar un paso al frente, como lo he hecho yo durante los últimos 12 años. Más años, para salvaguardar, proteger y seguir amando a Britney incondicionalmente. Tengo y seguiré brindando un amor inquebrantable y una protección feroz contra aquellos con intereses egoístas y aquellos que buscan dañarla a ella o a mi familia”.