Carles Puigdemont adquirió este chalet situado en San Julián de Ramis, Girona, en el año 2003. Se trata de una vivienda de 250 metros cuadrados, con jardín y piscina al aire libre. Está valorada en 280.000 euros en la declaración de bienes al parlamento catalán y hace un año, aún le quedaba por pagar 123.000 euros de la hipoteca.
En esta casa vivió la familia del año 2003 hasta el 2007, momento en el que es elegido candidato de CiU a la alcaldía de Gerona, y ante las críticas recibidas por no vivir en el centro, tuvo que buscarse un piso en la ciudad.
Mientras, decidieron alquilar la casa a turistas y familias, durante unos nueve años, hasta 2016. Sus últimos inquilinos fueron un equipo de ciclistas profesionales, que lo utilizaron como residencia deportiva.
Marcela era la que se encargaba de gestionar el alquiler y la tenían puesta en diferentes páginas de alquileres de casas y vacacionales. A pesar de que eliminaron todo rastro, aún hay alguna página que sigue alojando en su web la casa. Se podía alquilar sólo una habitación o más, con un precio “desde 160 euros” la noche, aunque, obviamente, desde que viven allí, sale que no hay ninguna fecha disponible.
A pesar de ello, todavía están las fotos de su casa, que describen como “villa independiente con jardín y piscina al aire libre”. Tiene aire acondicionado, conexión WiFi gratuita y aparcamiento privado. Según la descripción del anuncio: “este alojamiento independiente dispone de zona de estar, zona de comedor, cocina con lavavajillas, horno, microondas, baño privado con bañera y bidet. Las toallas y la ropa de cama están incluidas. Las camas supletorias están disponibles en función del tipo de habitación que elijas, por favor consulta las condiciones de las habitaciones individuales para más información. Al reservar más de 5 habitaciones, se pueden aplicar diferentes políticas y suplementos”.
Además en la descripción detallan que “durante la estancia se pueden practicar diversas actividades, como golf, ciclismo y equitación. El aeropuerto de Girona-Costa Brava está a 15 km, a 5 km de Girona y a 41 km de Rosas.
En otra de las agencias en las que tenían el anuncio advertían de que el alojamiento sólo acepta “pagos en efectivo” y pedían un depósito de 300 euros a la llegada como fianza, para cubrir posibles daños o desperfectos.
Meses antes de ser elegido presidente, el matrimonio pasó por una crisis, trataron de renovar su vida y pusieron a la venta su casa, a un precio de 700.000 euros,más del doble del precio por la que la adquirió. Sin embargo, su nuevo cargo, les truncó los planes.
A pesar de vivir en Girona y de que ‘la oficina’ de Puigdemont está en Barcelona, éste trata de dormir siempre en su casa. No tiene impedimento en hacer más de 100 kilómetros a diario para tratar de llevar una vida familiar con total normalidad.
Aquí puedes ver la galería de imágenes de la casa.
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