Probablemente sin desearlo, Charlene de Mónaco se ha convertido en la protagonista del momento. Objetivo de los rumores desde el pasado mes de marzo, la princesa sigue generando mucha expectación y más aún preocupación, no solo en el Principado.
Desaparecida desde su regreso de Sudáfrica el pasado 8 de noviembre, la exnadadora permanece ingresada en un centro especializado tras retirarse de la vida pública, tal y como confirmó hace unos días el príncipe Alberto, para recuperarse de un agotamiento “físico y mental”. “Charlene se encontraba abrumada y no podía afrontar los deberes oficiales, la vida en general o incluso la vida familiar” explicó.
Unas palabras, concedidas a la revista 'People', que no han sentado nada bien al entorno de Charlene. Han sido los amigos de la princesa los que han hablado con la prensa americana para explicar la realidad de su situación: “es injusto que se la presente como una persona con algún tipo de problema mental o emocional. No sabemos por qué desde palacio se le resta importancia al hecho de que Charlene casi muere en Sudáfrica”.
Con estas contundentes declaraciones, los amigos de la princesa desmienten las palabras de Alberto de Mónaco y desmontan todos los rumores que desde hace meses salpican a Charlene. “Definitivamente no tiene un problema grave de salud mental, está agotada tras seis meses de cirugías y una incapacidad para comer adecuadamente”.
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El viaje de Charlene a Sudáfrica
Fue el pasado mes de marzo cuando Charlene viajó a su Sudáfrica natal para asistir al funeral de Goodwill Zwelithini, rey de los zulúes. Aunque son muchas las fuentes que aseguran que la princesa ya no regresó de aquel viaje, la versión oficial es que sí lo hizo, volviendo en mayo para participar en una campaña contra la caza furtiva junto a su fundación.
Durante su estancia, Charlene contrajo una infección de oído, nariz y garganta que se complicó más de lo que nadie hubiera imaginado. Una infección por la que ha tenido que ser intervenida en tres ocasiones, y que, según los médicos, le impedía coger un avión para regresar a Mónaco.
Tal y como ahora han confesado los amigos de Charlene, esta situación le ha impedido “comer alimentos sólidos durante seis meses, por lo que solo ha podido ingerir líquidos a través de una pajita. Por ello, ha perdido la mitad de su peso corporal”.
Divorcio, embarazo e incluso cáncer entre los rumores sobre Charlene
La ausencia de la princesa de Mónaco unida al secretismo y a la poca transparencia sobre su situación, no solo provocó preocupación en el Principado. Esta situación despertó numerosos rumores que trataban de justificar el continuo retraso en su regreso.
El pasado verano, era la revista alemana 'Bunte' la que aseguraba que la ausencia de Charlene en Mónaco se debía a que su relación con Alberto estaba rota y que el anuncio de divorcio era inminente. Además, la publicación aseguraba que la exnadadora ya había encontrado casa en Sudáfrica, donde empezaría una nueva vida.
Aunque los rumores de crisis matrimonial han sido los más intensos, apoyados en la historia del intento de huida que ya tuvo Charlene en 2011 un día antes de su boda con Alberto, lo cierto es que su viaje a Sudáfrica ha sido justificado con otras teorías.
Un embarazo no deseado, Covid, una cirugía estética e incluso el tratamiento para alguna enfermedad (se ha llegado a hablar incluso de quimioterapia), han sido algunos de los rumores que han salpicado a Charlene durante los meses que ha estado fuera de Mónaco.
Unos rumores ante los que el príncipe Alberto también ha querido referirse: “sé que hay rumores por ahí, permítanme decir que esto no es Covid, y no está relacionado con el cáncer. No es un asunto de relaciones personales. Y si quieres hablar de otra especulación, tampoco está relacionado con la cirugía plástica o el trabajo facial en absoluto”.
Como era de esperar, ni siquiera estas declaraciones han apagado los comentarios, que ahora se intensifican tratando ahora de explicar su ingreso en un centro especializado.
La infidelidad que dinamitó el matrimonio entre Charlene y Alberto
La supuesta crisis matrimonial entre Charlene y Alberto lleva años en boca de todos. Una crisis que, según ha asegurado la prensa francesa llegó a su punto álgido el pasado año 2020. Fue entonces cuando una mujer brasileña de 35 años presentó una demanda de paternidad contra el príncipe, asegurando tener una hija de 16 años, fruto de una relación que mantuvo con Alberto.
Esta demanda, con la que esta mujer solicitaba una prueba de ADN para comprobar la paternidad de Alberto, terminó por dinamitar el matrimonio real. Y es que, de ser cierto que el príncipe es padre de esta joven, confirmaría una infidelidad a Charlene, ya que por entonces ya eran pareja.
Según aseguran, poco después de ese escándalo, Charlene salió de Palacio para instalarse en un apartamento cercano, donde permaneció hasta su viaje a Sudáfrica.
La maldición de los Grimaldi
Lejos de aclararse la situación real de la princesa Charlene, muchos son los que apuntan a la conocida como maldición de los Grimaldi como explicación. Cuentan que en el siglo XIII, Rainiero I, a quien acusaban de hacer y deshacer sin miramientos, recibió una condena de una joven a la que, al parecer, secuestró y violó: “Un Grimaldi nunca será feliz en el matrimonio”.
Coincidencias o no, lo cierto es que desde entonces, la famosa familia parece no haber tenido suerte en sus vidas sentimentales. Y no hablamos solo de Alberto y Charlene, ni de las hermanas del monarca, Estefanía y Carolina, quienes también han sufrido mucho por amor. A sus antepasados, incluidos sus padres Rainiero y Grace Kelly, también les atribuyeron un matrimonio infeliz marcado por las crisis, las infidelidades y las desgracias.
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