Confusión máxima en Mónaco. Cuando muchos daban por hecho que el regreso de la princesa Charlene de Mónaco estaba cerca, tal y como aseguró el propio Alberto, una nueva intervención ha aumentado la preocupación en el Principado. Y no es para menos.
El discreto anuncio de esta operación, la tercera en los últimos meses, y el desmejorado aspecto que lució la exnadadora hace unos días en sus últimas imágenes en sus redes sociales, tiene al pueblo monegasco intranquilo.
Hace unos días, era la Fundación que preside la princesa quien confirmaba una nueva operación. “Su Alteza Serenísima la princesa Charlene de Mónaco recibirá anestesia general para su última operación que tendrá lugar hoy. La Fundación Princesa Charlene de Mónaco le desea lo mejor con esta última intervención y su proceso de recuperación” señala el comunicado.
Unas breves palabas que han extrañado a muchos que resaltan que sea la Fundación y no el Palacio de Mónaco quién comunique algo tan importante.
Esta es la tercera operación a la que se somete la princesa Charlene desde que el pasado mes de mayo contrajera una grave infección durante un viaje a Sudáfrica.
La enfermedad de Charlene de Mónaco
Junto a su Fundación, Charlene llegó el pasado mes de mayo a su país natal para apoyar una campaña en contra de la caza furtiva. Un viaje que inicialmente iba a durar unos días, en los que la princesa además aprovecharía para visitar a su familia, y que se ha alargado más de lo previsto.
Allí, la ex nadadora contrajo una complicada infección de oídos, nariz y garganta de la que ha tenido que ser intervenida en varias ocasiones.
Desde entonces, la mujer de Alberto de Mónaco permanece en su país natal tratando de recuperarse de la afección. Algo en lo que muchos han visto una excusa, y aseguran que la relación entre el matrimonio no pasa por su mejor momento.
Charlene y Alberto, rumores de divorcio
Poco podían imaginarse en Mónaco que la enfermedad de Charlene desencadenaría los mayores rumores de crisis en el matrimonio real. Convertida en el centro de las miradas prácticamente desde el principio, la relación de la ex nadadora y el hijo de Rainiero vuelve a estar en entredicho. Algo que ya ocurrió pocos días antes de su boda.
La poca información sobre el estado de la princesa, su larga ausencia y el hecho de que Alberto tan solo haya visitado a su mujer una única vez en todo este tiempo han alimentado los rumores. La prensa de todo el mundo se ha hecho eco de estas informaciones, que aseguran que Charlene ha huido de Mónaco y que pronto anunciará el divorcio.
Hasta tal punto han llegado las insinuaciones, que hace unas semanas, Alberto decidía salir al paso. A través de unas declaraciones a la revista 'People', el príncipe salió en defensa de su mujer y de su matrimonio.
“Charlene no se ha exiliado” explicó, “no se fue porque estuviera enfadada conmigo o con alguien más. Se fue a Sudáfrica para comprobar el trabajo de su fundación allí y para pasar algo de tiempo con su hermano y sus amigos”.
En sus declaraciones, Alberto aseguró echar mucho de menos a su esposa, y desear su pronto regreso. Algo que aseguró era inminente. Un dato que ahora parece perder toda validez. La nueva intervención de Charlene, que según aseguran desde su fundación podría ser la última y definitiva, vuelve a retrasar la vuelta de la princesa a Mónaco.
Desde el Principado asisten expectantes ante las noticias sobre el estado de la exnadadora, que además de llegar con cuentagotas, no son para nada aclaratorias. De hecho, las preguntas sobre el verdadero estado de salud de Charlene y el motivo real de su ausencia de Mónaco aumentan.
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