Con motivo de la pandemia y el confinamiento, este año las cirugías estéticas se han trasladado en el calendario convirtiendo los meses del verano en los favoritos para las operaciones. El equipo médico de la Clínica FEMM ha visto triplicar el número de cirugías realizadas o agendadas entre julio y septiembre y es que los pacientes tienen en cuenta la ventaja de poder utilizar las vacaciones para su recuperación.
¿Cuáles son las cirugías que han tenido un mayor incremento? El crecimiento de intervenciones es mayor en las operaciones más sencillas, aquellas que se realizan de forma ambulatoria bajo anestesia local y cuyos resultados son rápidos y naturales. Una de las claves es que las clínicas de medicina estética pueden contar con quirófanos para este tipo de actuaciones por lo que los pacientes no tienen que acudir a ningún hospital, algo que se valora de manera muy positiva dada la situación actual de los centros hospitalarios debido a la pandemia.
Ante este espectacular crecimiento en época de crisis, desde Vozpópuli nos hemos puesto en contacto con profesionales en medicina estética para que nos cuentes de primera mano cuáles han sido las intervenciones más buscadas por los españoles durante el verano y las diferencias que se han vivido respecto a otros años debido a la situación sufrida por el coronavirus.
El rostro, la mayor preocupación
El teletrabajo y la comunicación mediante videollamadas han aumentado en un 35% la demanda de cirugía facial en España durante los meses de verano, según datos de Icifacial, Instituto de Cirugía Facial. Sus cifras revelan que, sobre todo se ha dado en personas de entre 30 y 45 años que han decidido aprovechar el verano para someterse a algún tipo de cirugía facial y mejorar la apariencia y armonía de su rostro.
Los especialistas atribuyen este incremento a las nuevas formas de trabajo. Las videollamadas hacen que los rasgos faciales de la persona estén más expuestos al juicio de terceros. Además hay que tener en cuenta que, gracias al teletrabajo, los pacientes gozan de una situación más privilegiada para poder recuperarse en casa con una mayor privacidad y sin tener que recurrir a bajas médicas o a pedir días de vacaciones a sus empresas.
Según nos relata el doctor Germán Macía, director médico de Icifacial, “durante las actuales reuniones por videollamada a causa de la Covid19 tendemos a mirarnos más a nosotros mismos que a nuestros interlocutores, por lo que, de forma inconsciente, pasamos más tiempo evaluando nuestros rasgos faciales". Esta mirada egocéntrica genera una mayor inseguridad en los trabajadores que, además, no cuentan con otros elementos que puedan compensar sus imperfecciones como el peinado, la ropa o el entorno que nos rodea. Ante la cam, el rostro es el único protagonista.
La mascarilla anima a someterse a una cirugía facial ya que las cicatrices o hematomas pasan desapercibidos
Uno de los cambios respecto a otros años está siendo el uso obligatorio de las mascarillas. El doctor Macía asegura que "ha animado a un amplio número de personas a someterse a una cirugía facial, ya que las posibles cicatrices o hematomas pasan desapercibidos”. Pero no es la única consecuencia del uso de la mascarilla, según la Sociedad Catalana de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (SCCPRE), el uso de esta medida de prevención es una de las causas principales del aumento de los casos de blefaroplastia, ya que los ojos y la mirada adquieren una mayor importancia en el rostro de las personas.
Las cirugías faciales más demandadas
En los últimos años, la rinoplastia se ha posicionado como la cirugía facial más demanda en España. Esta tendencia en alza se ha consolidado en los meses posteriores al confinamiento. Como explica el doctor Macía, “la nariz es el rasgo central del rostro y juega un papel muy importante en el equilibrio de los rasgos faciales. Cuando una nariz no es estética y presenta alguna imperfección, se aprecia enseguida. Por ello, al pasar un mayor tiempo delante de la cámara muchos de nuestros pacientes se han percatado de que nos les gusta la forma, posición o tamaño de su nariz”.
Además de la rinoplastia, algunas de las cirugías ambulatorias que rejuvenecen el rostro, y cuya recuperación es muy rápida, también han visto un incremento notable durante los meses del verano. Es el caso de la blefaroplastia, la otoplastia o la definición del óvalo facial.
La blefaroplastia es la intervención quirúrgica en la que se elimina la piel sobrante y la grasa del párpado. Una semana después de la cirugía el paciente puede volver a su vida normal y el resultado final, una mirada más abierta, descansada y joven, es duradero y se aprecia al cabo de un mes.
La cirugía de las orejas, llamada otoplastia, es más demandada por los hombres y se realiza con mucha frecuencia entre niños y adolescentes que se sienten acomplejados por la forma de sus orejas. Es una operación que dura menos de una hora y cuyos resultados son para toda la vida.
Para definir el óvalo facial se procede a una extracción de grasa con una microcánula y electrodos, logrando un efecto lifting con resultados inmediatos. También se puede hacer todo lo contrario, introducir grasa del propio paciente en zonas en las que queremos ganar volumen como los pómulos, ojeras o labios.
El cuerpo también preocupa
Las cirugías corporales también han notado un incremento en su demanda, sobre todo aquellas ambulatorias que se pueden realizar de manera sencilla y que buscan una remodelación de la silueta. Las zonas que más preocupan son el abdomen, muslos, brazos o flancos, suelen ser áreas en las que es difícil deshacerse de la grasa localizada y la flacidez y donde la cirugía es una alternativa rápida y sencilla.
Los hombres no se quedan atrás y han convertido la ginecomastia, la cirugía para definir el torso, en una de las tres intervenciones más demandadas. El doctor señala que “tenemos muchos pacientes que se cuidan, hacen deporte, pero presentan un exceso de grasa que no desaparece a pesar de llevar una vida sana". En los casos leves la intervención suele durar entre una y dos horas.
Finalmente, las intervenciones para eliminar lesiones cutáneas benignas proporcionan un gran bienestar. Al quitar esos lunares, quistes sebáceos o lipomas, la piel recupera tersura y los pacientes recuperan su confianza para volver a ponerse un traje de baño. Estas cirugías son muy sencillas y rápidas, y el resultado es definitivo.
Ver los resultados antes de operarse
El miedo a lo desconocido es un factor de importante a la hora de tomar cualquier decisión que suponga un cambio estético. Pero ¿qué pasaría si pudiéramos anticipar los resultados? Las Clínicas Dorsia han incorporado una nueva tecnología llamada Crisalix que permite visualizar los cambios que el paciente experimentará al someterse a un tratamiento o cirugía estética facial. Se trata de una rompedora app que supone un gran alivio para los pacientes indecisos o conservadores a los que les cuesta tomar la decisión final.
Las ventajas que supone este diagnóstico facial con realidad aumentada son bastante significativas. El paciente puede comparar entre el antes y el después de someterse al tratamiento y comprende de una forma más clara en qué consiste la intervención y sus resultados. Es un sistema que convierte un iPad en un espejo así que el paciente ve la simulación en tiempo real sin necesidad de recurrir a fotos o escáner. Un importante ahorro de tiempo y un aumento significativo de confianza gracias a la nueva tecnología.
Inconvenientes de operarse en verano
Los pacientes que se operan en verano buscando disfrutar de los beneficios de someterse a una cirugía facial en los días de vacaciones, deben tener especial cuidado con el sol. La recomendación es evitar la exposición prolongada al sol tras la operación para favorecer la adecuada recuperación de la zona tratada y evitar posibles alteraciones en la pigmentación de la piel que está más sensible después de la cirugía.
Las piscinas se deben evitar hasta pasados 14 días
Independientemente del tipo de intervención practicada, durante las salidas al aire libre se debe aplicar crema solar de alta protección en todo el rostro, asegurando que las cicatrices quedan bien cubiertas. Un buen aliado puede ser hacer uso de gorras y sombreros para que el sol no incida directamente en la cara. Los especialistas aconsejan que durante el postoperatorio se permanezca en espacios frescos y secos.
Aunque los baños en las piscinas con cloro se deben evitar hasta pasados unos 14 días tras la cirugía, el mar sí que es beneficioso para la recuperación de los tejidos. El agua salada contribuye a la correcta cicatrización y mantienen las heridas postquirúrgicas limpias.
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