¿Os acordáis el cabreo que os cogíais en los primeros años de relación con vuestras parejas cuando ibais a un hotel y os daban camas separadas? ¿Cuándo os despertabais con la legaña y los ojos hinchados y os decían: “qué guapa estás”, cuándo os agarrabais como lapas y no os soltabais en toda la noche. ¿y ahora? ¿No pagaríais algunos dineros por dormir cada uno en vuestra cama por mucho que queráis al otro? Siempre he pensado que los listos eran nuestros abuelos, que se juntaban para hacer sus cosas en una camita pero después, para dormir, cada mochuelo a su olivo. Porque sí, está claro que al principio mola mucho eso de dormir haciendo cucharita, bien abrazaditos ¿pero luego qué? Cuando llegan las patadas, los tirones de mantas, las vueltas y más vueltas, los ronquidos, los vasos de agua a horas intempestivas. Más bien quieres asesinar a tu pareja, no abrazarla.
Yo no voto ya por camas separadas. Votaría hasta por tener habitaciones separadas, en plan antiguo. O eso o tener una cama Queen Size como en los hoteles en la que tienes que dar varias vueltas de campana hasta encontrarte con tu pareja en el centro.
Creo que el dormir es una de las cosas más íntimas que se pueden hacer con una persona y que es más íntimo incluso que hacer el amor. ¿Por qué? Pues porque estamos dormidos y nadie sabe lo que puede llegar a hacer estando en ese estado. Dormir bien con alguien es dificilísimo. Conseguir ese acoplamiento de posturas, de ritmos, de manías y de espacio y además en estado de inconsciencia lo veo de una dificultad extrema. Además creo que para dormir bien con alguien hay que quererla o quererle un poco (o por lo menos que te guste esa persona mucho mucho). A casi todos nos ha pasado en algún momento de nuestra vida el despertarnos con una o uno que no debería estar ahí y querer que desapareciera en un chas. Uno sólo debería acostarse (es decir dormir) con quien quisiera desayunar a la mañana siguiente, por resumir. Si no te ves en bata desayunando con esa persona mejor no duermas con ella.
Por eso a la hora de conocer a alguien recomiendo muchísimo esperar todo lo que haga falta para dormir juntos y retrasar todo lo posible ese “momento legaña”. Dejemos que nos vean maravillosos y maravillosas un poquito más y mantengamos la magia. Cuando acabemos lo que estemos haciendo, nos vestimos, salimos de puntillas y amanecemos en nuestra cama tan ricamente. ¿No creéis?
Además pensad que no las dos personas se duermen al mismo tiempo. Es decir, una siempre verá lo que está haciendo la otra, cómo se mueve, qué ruidos hace. Eso me resulta muy desconcertante.
Algunos problemillas de dormir juntos…
- El horrible problema de los ronquidos. Cuando mi ex.marido roncaba, yo primero empezaba con el típico chasquido, como no funcionaba, después le daba pataditas, luego le taponaba la nariz, en plan killer y finalmente le echaba de la cama al pobre. (Ya sabéis por qué se separó de mí)
- Las personas a las que les da por moverse como si fueran El Muñeco Diabólico, por hacer ruidos raros, rascarse, dar botes..
- Las manías como no poder dormir con luz, el yo tengo frío y yo me aso de calor, el uno que no soporta ni el ruido del reloj, la otra que tiene que cerrar la puerta del armario, el uno que quiere leer, la otra que se levanta mil veces para ir al baño..
- Los que se despiertan a las 6 de la mañana y pretenden por alguna maligna razón que tú también debes despertarte y lo hacen. Finalmente te despiertan.
- Los que no paran de ir al baño
- Los que no paran de beber agua. A mí ya me cuesta beberla despierta. No entiendo como algunos tienen tanta sed dormidos.
- Los que tienen que dormirse con la radio dale que tienes…
¿Y qué me decís del “momento despertar”, cuando tienes el aliento de una mofeta y una pinta para salir corriendo?
¿Entonces cuál es la bicoca de dormir juntos? Pues que el calorcito de la persona a la que queremos también está muy rico, supongo, y compensa toda esta lista de inconvenientes.
¿Qué pensáis de esto? ¿qué os gusta y os desagrada de dormir juntos?
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